Pedro Hamed Fajardo Armas, el estibador cubano que denunció "una huelga silenciosa" en el Puerto de Cienfuegos, fue expulsado en firme este lunes de su puesto de trabajo, informó Radio Televisión Martí.
El despido fue notificado en una carta de separación firmada por el director general de la Empresa de Servicios Portuarios del Centro, Walter Manuel Castellanos Castro. El documento fue enviado a DIARIO DE CUBA.
"No tuvieron en cuenta ni la cantidad de años que yo estuve ahí. No sé cómo voy a mantener a mis hijos, a mi familia (…) Me sigo sintiendo cubano porque eso si no me lo pueden borrar del corazón. Soy cubano", dijo Fajardo a la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC).
Las autoridades alegaron ausencias injustificadas de Fajardo los días 26, 27 y 28 de diciembre y que tomó fotos de las operaciones y barcos atracados en la Terminal O'Bourke para compartirlas en las redes sociales. Según la carta, el estibador incitó "a unirse a actos de protestas en el Puerto de La Habana y con críticas y manifestaciones contrarias a las reglas de conductas sociales y las buenas costumbres, sobre el trabajo que realiza en la entidad, el pago de su salario, entre otros".
"El término de rehabilitación es de cuatro años, a partir de la incorporación a su nuevo puesto de trabajo", agregó la carta.
"Estas mismas fotografías que yo tomé ahí que ellos dicen que yo la pasé para pasar informaciones de frontera y que los americanos vieran esos lugares. Eso es mentira, porque el director de mi empresa, Walter, se tiró antes como diecisiete fotos en esos mismos lugares y no pasó nada", dijo el estibador.
Fajardo denunció, en un video compartido por la ASIC, las malas condiciones de trabajo en el Puerto de Cienfuegos, el bajo salario y el coste de la comida vendida a los trabajadores. "Estamos siendo muy maltratados (...) Tenemos una huelga silenciosa que tratan de ocultar, pero realmente nuestro personal se encuentra desvanecido (...) Ganamos menos que una auxiliar de limpieza", dijo.
El estibador detalló que un pan con aceite cuesta cuatro o cinco pesos; un refresco, dos pesos y un almuerzo "que ni sirve", 30 o 40 pesos. Según contó, denunció el año pasado a la Fiscalía Provincial de Cienfuegos "los actos de corrupción que habían en la empresa, todos estos abusos y atropellos" como que trabajaban "prácticamente asfixiados".
Y alguien esperaba algo bueno para esee trabajador?
Lo peor del caso es que los otros estibadores no pasarán del susurro.
Moscú 1939. Estalinismo reloaded.