El padre Rolando Montes de Oca, uno de los sacerdotes cubanos que redactó la carta abierta "He visto la aflicción de mi pueblo", espera que el mensaje sea escuchado por todos y ayude "a actuar ya", porque refleja la crisis política, económica y social que vive la Isla.
"Nuestro deseo es que ayude a pensar. Nuestro documento va por allí, una reflexión, un mensaje que ayude a pensar y actuar ya, desde ahora, cada uno desde la propia libertad personal", dijo el religioso a Radio Televisión Martí.
El texto, firmado por más de un centenar de cubanos, mayoritariamente católicos, critica la corrupción y desigualdad imperante en la Isla y aboga por "cambios políticos".
Montes de Oca dijo que "no es un documento que incite a la violencia, ni a la agresividad, ni nada por el estilo".
"Eso es muy ajeno a nuestro pensamiento, nuestra manera de ser. Hemos sido, a veces, acusados de eso, de una manera gratuita y manipuladora, pero en realidad nuestro deseo es pensar juntos, y responder juntos a los desafíos que tenemos delante de nosotros, que no se van a resolver por arte de magia, sino por nosotros mismos", consideró.
La carta abierta también sostiene que la crisis de la familia es una herida abierta en el alma de Cuba.
"La situación es muy difícil. Hay un momento de crisis y de turbulencia que no se puede resolver acudiendo a métodos o estrategias, o incluso a corrientes filosóficas que están fracasadas, que ya en otra ocasión no funcionaron", afirmó el sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey.
"Se necesita abrir caminos nuevos. Para eso se necesita audacia, se necesita amor a la verdad. Se necesita escuchar al pueblo, mirar al pueblo. Sobre todas las cosas, eso, mirar lo que está pasando nuestra gente", añadió.
En palabras del religioso, "Cuba para el bien de todos solo se puede edificar desde el aporte sincero de cada uno".
"A veces se habla de reconciliación y perdón de una manera facilona, de una manera como pasar página, y no ha pasado nada. No, sí ha pasado y sí pasa. Pero más allá de eso, yo, apoyado en mi fe, apoyado en mi moral cristiana, decido mirar lo bueno que puede haber en ti, decido ayudarte a no seguir haciendo el mal, y a no seguir hundiéndote en el mal", dijo.
Los firmantes del mensaje afirmaron que "la doble moral y la mentira se han convertido en elementos cada vez más habituales de nuestra cotidianidad".
El texto también mencionó la situación de los ancianos y la deficiente educación en la Isla, así como abogó por "mejores marcos legales, el reconocimiento de la plena ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior, entender lo que significa la reconciliación nacional, entender la relación entre amor y verdad y optar por la verdad".
Muy bien, que sigan, que hace falta que todos los sectores de esa sociedad se le viren al régimen de una u otra manera. Que las ideas de estos sacerdotes conmuevan, sacudan a la Conferencia de Obispos. Que la prédica de estos sacerdotes les llegue a todo aquel pastor, de cualquier denominación, que sirve a sus feligreses. Que ese espíritu les llegue a laicos, ateos, a todo profesional y ciudadano cubano.
La valentía de estos sacerdotes hay que apaludirla. Es de imaginar que la oligarquía castrista debea estar preparando sus medidas y respuestas. Vamos a ver si le aplican los mismos calificativos de "mercenarios" y "pagados por el imperio".