Lucinda González Gómez, la esposa del preso político Silverio Portal Contreras, entregó al Tribunal Provincial de La Habana una solicitud de libertad condicional a favor del opositor. Lo mismo hizo Ismael Boris Reñí, esposo la Dama de Blanco Aymara Nieto Muñoz, ante el Tribunal Municipal de Boyeros.
Ambos opositores han "cumplido ya dos tercios de su sanción", explicó a DIARIO DE CUBA el abogado independiente Edilio Herrera.
Según su esposa, la salud de Portal Contreras se ha agravado en la cárcel. Herrera dijo que la presentación de la solicitud busca "seguir presionando a favor de su libertad por todas las vías legales posibles".
Grupos de la sociedad civil han realizado varias acciones para lograr la excarcelación de Portal Contreras, que han incluido desde un llamado urgente hecho por más de 150 intelectuales de toda la Isla, hasta la entrega de más de 5.000 firmas al Tribunal Supremo, así como poner una foto de este preso en los perfiles de las redes sociales.
En dos años y medio de prisión se han agravado la epilepsia y la hipertensión que padece Portal Contreras, según su esposa. El preso político ha sufrido un infarto cerebrovascular y dos isquemias transitorias. Además, perdió la visión de un ojo tras una golpiza y se le ha reducido la del otro tras diagnosticársele una diabetes.
Este opositor fue procesado y encarcelado por su iniciativa "No más muertes en Cuba por derrumbes". En 2016 se manifestó con un cartel en el Parque Central de La Habana exigiendo que no murieran más personas en el país debido al mal estado de las edificaciones.
Por su parte, la Dama de Blanco Aymara Nieto Muñoz fue condenada en 2018 por los supuestos delitos de "daños" y "atentado". Según su esposo y opositores, salió a la calle con carteles antigubernamentales en el barrio habanero de Calabazar y fue "violentamente arrestada".
La activista, madre de dos niñas, está recluida en la prisión de Manatí, en Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su lugar de residencia, luego de que las autoridades la responsabilizaran de una protesta en la prisión de mujeres de La Habana, acusación que ella rechaza y que considera una represalia.
Esta Dama de Blanco está entre los opositores que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas solicitó al Gobierno cubano poner en libertad, debido a que considera que su arresto y procesamiento violaron las garantías aceptadas internacionalmente en esa materia.
