La prisionera política Keilylli de la Mora Valle, quien cumple una condena de cárcel en Cienfuegos, suspendió su huelga de hambre tras dos semanas de negarse a ingerir alimentos y permanecer solo bebiendo sorbos de agua.
Según informó José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), grupo al que pertenece la joven, esta le comunicó su decisión vía telefónica.
"Suspendió la huelga por varias razones fundamentales: está delicada de salud, tiene una hemoglobina muy baja y uno de sus riñones no están funcionando bien", dijo el líder opositor a Cubanet.
"Además, cuando la regresaron a la prisión continuó el acoso, pero le ofrecieron cambiar el trato hacia ella, respetarle su derecho a llamadas, visitas familiares y conyugales a cambio de suspender la huelga de hambre", aseguró Ferrer.
Desde Cienfuegos, Raúl González, coordinador del Movimiento Consenso Ciudadano en esa provincia, al que también De la Mora pertenece, confirmó la decisión a DIARIO DE CUBA.
"Me dijo que se sentía bastante mal, pero que seguía firme en su lucha por la democracia. Está comiendo galletas y tomando agua", refirió González, quien se comunicó vía telefónica con la joven.
No obstante, la prisionera advirtió que su situación de salud no mejorará de manera inmediata considerando el alimento que reciben los reclusos: "Lo que les dan es una sopa que no sabe a nada y harina", contó González.
Un doctor que reconoció a De la Mora le advirtió que su estado de salud podría provocarle que desarrolle una diabetes. Asimismo, la joven padece una gastritis avanzada.
A pesar de ello, Keilylli no tiene ningún tratamiento médico.
El lunes último, pese a que la activista tiene la hemoglobina en 4,2, fue trasladada desde el Hospital Provincial, donde las autoridades la habían ingresado, de regreso a la prisión Centro Mixto para Mujeres de Sabana Miguel.
"Parece que decidieron, porque no les conviene tenerla en ese lugar, trasladarla de nuevo a la prisión. Vinieron una pila de coroneles, mayores y el jefe de la prisión y se la llevaron por la parte de atrás del hospital, no la sacaron por el frente", aseguró González el martes.
La activista está presa cumpliendo una sanción de año y medio por los supuestos delitos de propagación de epidemias, desacato, resistencia y desobediencia.
Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) respondió a una petición de medida cautelar del Centro de Denuncias de la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) a favor de la joven, además de reclamar información al Gobierno de Cuba sobre su caso en una carta enviada al ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
La encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, Mara Tekach, expresó su preocupación por los reportes recibidos sobre De la Mora.
Tekach también advirtió sobre el tratamiento que está recibiendo la reclusa desde su ingreso en prisión el 4 de junio: "Las Reglas Mandela son claras: el Gobierno es responsable por el respeto a la dignidad de los prisioneros".
Añadió además que "Keilylli debe tener acceso a su familia y a contar con representación legal".
