Los carceleros que vigilan a la prisionera política Keilylli de la Mora Valle, que está en huelga de hambre en la sala de Psiquiatría del Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima, de Cienfuegos, la amarraron para trasladarla contra su voluntad a terapia.
De acuerdo con Raúl González González, coordinador del movimiento Consenso Ciudadano, la intención de las autoridades carcelarias y médicas es "ponerle un suero porque está bastante débil".
Además, aseguró, en un examen que le hicieron determinaron que "uno de los riñones no le está trabajando bien", dijo a DIARIO CUBA.
"Ya tiene los labios cuarteados, casi no habla. Le están dando golpes e inyectando constantemente para mantenerla sedada", denunció González, quien dijo temer que "le inyecten algo, como han hecho con otros activistas".
El opositor compartió con DIARIO DE CUBA una foto de la prisionera tomada en la sala donde está recluida.
De la Mora Valle cumple una condena de un año y seis meses de prisión por los supuestos delitos de "propagación de epidemias", "desacato", "atentado" y "desobediencia", cargos que la activista rechaza y por cuya razón ya realizó una anterior huelga de hambre y sed entre el 4 y el 16 de junio pasado.
La joven también intentó quitarse la vida dos veces, confirmó González, razón por la que fue trasladada a la institución hospitalaria.
Según contó la propia De la Mora, esa acción extrema fue una reacción a una golpiza que le propinaron en el penal las represoras Damisela, jefa de Orden Interior de la prisión, y Felicia, capitana y segunda jefa de la cárcel donde está recluida.
En represalia, además de internarla como paciente psiquiática, los agentes la mantuvieron amarrada durante varios días, denunció.
