El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó al Departamento de Estado que tome medidas más concretas en países violadores de las libertades religiosas, como es el caso de Cuba, Irán, China, entre otros, para lo cual asignó un presupuesto de 50 millones de dólares.
Mediante una orden ejecutiva firmada el martes, Trump confió al Departamento de Estado y a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, la financiación de programas que promuevan y protejan las libertades religiosas en el extranjero.
Trump rubricó el documento después de que visitara el Santuario Nacional San Juan Pablo II en Washington.
La Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF) celebró la decisión del mandatario, pues "continúa priorizando la libertad religiosa internacional como un imperativo de seguridad nacional y una prioridad de política exterior".
El presidente de USCIRF, Tony Perkins, consideró en un comunicado que "la Orden Ejecutiva alienta la acción rápida del Gobierno de EEUU para responsabilizar a los gobiernos extranjeros que cometen violaciones graves y aumenta sustancialmente la asistencia económica para apoyar los programas que promueven la libertad religiosa en todo el mundo".
En abril el informe anual de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional, una junta asesora independiente y bipartidista del Gobierno de EEUU, documentó el estado de las libertades religiosas en todo el mundo.
El reporte incluyó en una categoría llamada "Lista de Vigilancia Especial" a Cuba, Nicaragua, Sudán, Uzbekistán, Afganistán, Argelia, Azerbaiyán, Bahrein, República Centroafricana, Egipto, Indonesia, Irak, Kazajstán, Malasia y Turquía.
El régimen cubano fue señalado entre los que violan el derecho a la libertad religiosa.
"Aunque recabar información sobre las condiciones de la libertad religiosa en Cuba continúa siendo un reto, una organización no gubernamental documentó 260 casos de violaciones a la libertad religiosa o de creencia en Cuba en 2019, incluyendo acosos, arrestos y restricciones de viaje. La cifra superó los 151 casos de 2018", precisó.
Entre las tácticas para presionar a los líderes religiosos citadas por el informe están "repetidas citaciones de la policía e interrogatorios, amenazas de detención y la clasificación de los líderes religiosos como contrarrevolucionarios".
Como recogió en febrero DIARIO DE CUBA, en un reportaje en alianza con CONNECTAS, el Gobierno cubano mantiene bajo estricta vigilancia a varias iglesias. Hostigamientos y retenciones a líderes son algunas de las violaciones que padecen las comunidades religiosas, entre las que el Movimiento Apostólico, aparece como uno de los más afectados.