El campesino y activista cubano Manuel Martínez León, del partido Cuba Independiente y Democrática (CID), se suicidó el domingo en Velasco, Holguín, presuntamente por el hostigamiento al que lo sometió la Seguridad del Estado durante años, publicó este miércoles Radio Televisión Martí.
Martínez León, de 63 años, denunció a menudo los abusos de la policía política cubana, que lo arrestó, golpeó y acosó durante años por sus posturas contra el régimen cubano y su labor como activista en CID, el partido fundado por Huber Matos.
En septiembre de 2019, el campesino cubano decidió abandonar el país vía México con la intención de solicitar asilo político en la frontera sur de EEUU. Sin embargo, no tuvo No tuvo éxito y fue deportado a Cuba a finales del año pasado.
Según declaraciones de su esposa Ana Rosa Tamayo a Radio Televisión Martí el mismo día que se suicidó Martínez León habría sido agredido por un miembro de las Brigadas de Respuesta Rápida, al servicio de la Seguridad del Estado.
Tras los hechos, Tamayo acudió a la estación de policía de Velasco a presentar una denuncia contra el agresor. Sin embargo, la gestión fue infructuosa porque "no había ningún oficial de la Seguridad del Estado" para tomar la queja.
Poco después, el domingo 9 de febrero, la activista encontró ahorcado a su esposo.
El cadáver fue velado en la funeraria de Velasco por dos horas, aunque la Seguridad del Estado impidió la asistencia de los miembros del CID y otros opositores, también indica Radio Televisión Martí.
"Fue una víctima más de los comunistas", aseguró Sorania Cruz Rosales, activista del CID y amiga de la familia de Martínez León, quien también calificó de "acoso constante" los actos de hostigamiento contra el activista.
A Manuel Martínez León le sobreviven su esposa y una hija de diez años.
El suicidio es un síntoma de enfermedad mental, casi siempre depresión. En Cuba los suicidios proliferan, pero no hay datos. Ese pobre hombre merece respeto, en primer lugar por su trayectoria, y porque enfermo se quitó la vida. Lo terrible en esta historia es la represión que sufrió, y el colmo la que familiares y amigos sufrieron en la funeraria.
Error y salida inútil al desespero e impotencia de enfrentarse a un régimen muy represivo , criminal y abusador que atropella a la población indefensa.... hasta ahora.
Cuando uno está solo, sin familia alguna, un acto de suicidio es una decisión difícil de enjuiciar, pero con familia y sobre todo con hijos es lo más egoísta que puede hacerse.
Hay que pagarlo como nuevo...la hora de la soga está cerca.
perdida innecesaria e inutil, si yo me quito la vida me llevo conmigo al menos uno de esos que me acosaban!