Familiares de José Daniel Ferrer, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), pudieron visitar este jueves al opositor, detenido en la prisión de Aguadores, en Santiago de Cuba, desde el pasado 1ro de octubre y acusado por el régimen de la Isla del supuesto delito de "lesiones", informó Radio y Televisión Martí.
Según Nelva Ismaray Ortega, esposa de Ferrer, las autoridades penitenciarias prohibieron que el opositor recibiera los alimentos y medicinas que llevaban sus familiares.
De acuerdo con la activista de la UNPACU, el encuentro, al que también acudieron cuatro de los hijos del líder opositor, transcurrió bajo la estricta vigilancia de carceleros y agentes de la Seguridad del Estado. "No fue una visita privada" sino "custodiada", dijo Ortega.
"Lo trajeron esposado, violando todas las normas, delante de sus niños pequeños. Les ordenaron sentarse a distancia unos de otros. [A José Daniel] le retiraron las esposas después que ya estaba allí, bajo la mirada de los agentes de la Seguridad del Estado y los carceleros", también explicó a Radio Televisión Martí Jorge Cervantes, otro de los activistas de la UNPACU.
Tras el encuentro, la doctora Nelva Ortega denunció que su esposo "ha perdido bastante peso". A diferencia de otras veces, la activista no observó signos de golpizas en el cuerpo de Ferrer.
No obstante, mostró preocupación por su estado de salud general, pues, de acuerdo con su testimonio, el activista cubano no estaría recibiendo atención médica ni "los medicamentos que necesita".
Por su parte, Ferrer dijo a su esposa que las autoridades penitenciarias se niegan a prestarle atención médica mientras él no use el uniforme de reo, el cual se niega a vestir porque significaría aceptar su culpabilidad, según ha denunciado en otras ocasiones.
También agregó que "no le han dicho nada" sobre el juicio en su contra, hasta el momento.
Según Ortega, el líder opositor le pidió que dirigiera una carta en su nombre a los gobernantes Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel y que los retara a ser "por una vez valientes" y liberar a los otros tres activistas de la UNPACU detenidos en octubre de 2019: Roilán Zárraga Ferrer, José Pupo Chaveco y Fernando González Vaillant.
El opositor también dijo a su esposa que "no tiene miedo" y que "va a seguir luchando" hasta el final. De acuerdo con Radio Televisión Martí, apuntó que la única vía del régimen para cerrar su caso sería "sacarlo del país" o "matarlo".
"Fue un momento bastante fuerte, porque uno no desea pensar en esas cosas", confesó Ortega.
Según familiares y activistas de la UNPACU, el opositor permanece encerrado en una celda de castigo. Solo de 6:00 de la tarde a 6:00 de la mañana dispone de "un colchón sucio" para dormir. Hasta ahora, las autoridades carcelarias le niegan el acceso a los alimentos, medicinas y productos de aseo que sus familiares le llevan a prisión.
"Prácticamente lo están enterrando vivo", dijo Ortega. Lo podrían hasta "envenenar y él ni se entera".
La visita, a la que también acudieron Fátima Victoria, de 15 años, José Daniel, de 17, Daniela Patricia, de dos años, y Daniel José, de siete meses de nacido, solo duró dos horas.
Por su parte, la expareja de Ferrer, Lettys Rachel Reyes, expresó en Twitter su "tristeza" y "dolor" por la experiencia de su propia hija en la cárcel. "Hoy mi Daniela Patricia, de dos años de edad, pudo ver a su padre @jdanielferrer luego de cuatro meses sin verle, mi niña no dejaba de llorar cuando tuvo que irse y dejar de abrazar a su padre en prisión", escribió.
A mediados de enero de 2020 se supo que la Fiscalía de Santiago de Cuba pidió nueve años de cárcel para el líder de la UNPACU, denunció la propia Nelva Ortega a través de un video difundido en redes sociales.
La acusación contra el opositor se basa en presunto delito de "lesiones". Mientras, la Fiscalía pide siete y ocho años de cárcel para los tres activistas de la UNPACU detenidos junto con Ferrer.
El juicio a Ferrer ya demora, y mucho, incluso para el hábito del régimen. No sabemos lo que están tramando. Hay que darle más publicidad a la detención de este opositor.
Mientras el mundo mire para otra parte y no sea más firme ante el régimen criminal que desgobierna Cuba, mientras los que pueden decidir la vida o muerte de cientos de personas presas en Cuba por razones políticas con causas fabricadas, la vida seguirá igual o peor... sigamos oyendo bonitos y resonantes discursos políticos sobre la urgente necesidad de darle una mano al pueblo cubano.