La ministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Ann Linde, aseguró este miércoles que su Gobierno ha planteado a La Habana cuestiones sobre la libertad de expresión, reunión y asociación, así como de los presos políticos, "tanto en las conversaciones bilaterales como en el marco de trabajo de la Unión Europea (UE)".
En una respuesta a un cuestionamiento del parlamentario Jakob Forssmed, Linde afirmó que "Suecia, a través de la Embajada en La Habana y la UE, supervisa cuidadosamente la situación de derechos humanos".
Frossmed, vocero de Política Económica del Partido Demócrata Cristiano en el Parlamento demandó presión de su Gobierno al de Cuba ante el caso de José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien cumple este jueves 30 días de detención y lleva incomunicado 27.
"Suecia también supervisa y aborda la situación de los presos políticos. La UE, tanto en Bruselas como en La Habana, ha planteado el caso de José Daniel Ferrer ante representantes cubanos", afirmó Linde.
"Suecia frecuentemente exige el cumplimiento de los derechos humanos en las consultas políticas con Cuba. En nuestros encuentros con representantes cubanos, hemos sido claros respecto a la importancia del respeto a los derechos humanos y la democracia; y también sobre qué desarrollo queremos ver en Cuba. Los derechos de los presos políticos también han sido examinados dentro del informe de Suecia sobre los derechos humanos, la democracia y los principios del estado de derecho en Cuba", agregó.
La ministra insistió en que "Suecia es uno de los países que trabaja clara y activamente porque los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho sean tomados en consideración en todos los países, incluyendo Cuba".
"Nosotros condenamos las violaciones a los derechos humanos y la infracción de los principios de derecho internacionalmente reconocidos. El objetivo principal de la cooperación sueca para el desarrollo es apoyar la modernización del país y salvaguardar el respeto de los derechos humanos", recalcó.
"El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la UE y Cuba es otra forma para que la UE, con una voz unida en relación con Cuba, conduzca un diálogo dentro del cual la democracia y los derechos humanos constituyan una parte importante. El último diálogo sobre derechos humanos se celebró en Bruselas el 3 de octubre de este año. Suecia trabajó por una línea clara sobre derechos humanos", dijo Linde.
Erick Jennische, director de programa para América Latina de Civil Rights Defenders, consideró en comentarios a DIARIO DE CUBA que la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia "es positiva", sin embargo, ambigua.
"Muestra que el Gobierno sueco quiere hablar sobre las violaciones de derechos humanos en Cuba con el Gobierno cubano. Pero no dice explícitamente que ha exigido la liberación de José Daniel Ferrer o de los otros presos políticos, lo que obviamente debería hacer", señaló.
Para Jennische, "la respuesta muestra además que ni el Gobierno sueco, ni la UE, tienen como objetivo la 'democratización' de Cuba. El objetivo es hablar sobre la importancia de democracia y el respeto de los derechos humanos, algo bastante diferente, y que no implica un cambio en el sistema político-legislativo en Cuba".
"Un tercer problema de la respuesta es la parte sobre el acuerdo entre la UE y Cuba. La ministra dice que el acuerdo es otra forma para crear un diálogo, pero cuando la parte de la sociedad civil del mecanismo se reunió a principios de octubre en Bruselas, la sociedad civil independiente de Cuba y la sociedad civil europea que trabaja con Cuba no pudieron participar", recordó.
"El Gobierno cubano y la Unión Europea excluyeron a los actores que más podrían contribuir a un diálogo de verdad sobre la situación de los derechos humanos en el país. Si los gobiernos siguen excluyendo a la sociedad civil, nunca va a haber un diálogo constructivo que lleve a algún lado", estimó Jennische.