Los activistas cubanos Iliana Hernández, Omara Ruiz Urquiola, Marthadela Tamayo, Osvaldo Navarro y Dagoberto Valdés han sido arrestados esta mañana en sitios separados, en lo que se anuncia como la redada masiva más grande de la policía política en los últimos dos meses.
Según la activista Nancy Alfaya, Marthadela Tamayo y el artista Osvaldo Navarro (Navypro), ambos del ejecutivo del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), fueron detenidos este viernes en la mañana frente a su vivienda y conducidos a un lugar desconocido.
Por su parte, la reportera independiente Iliana Hernández y la exprofesora universitaria Omara Ruiz Urquiola fueron detenidas en las afueras del Hospital Oncológico de La Habana, según un mensaje que Hernández llegó a publicar en su muro de Facebook antes de ser arrestada.
DIARIO DE CUBA habló con la madre de Iliana Hernández en La Habana, quien confimó el arresto de su hija, pero no tiene otros detalles sobre su paradero. Esta redacción intentó hacer contacto con los teléfonos de todos los detenidos y estaban apagados o fuera del área de cobertura.
Nancy Alfaya explicó a DIARIO DE CUBA en un mensaje posterior: "Hoy teníamos un encuentro a la 1:00PM en casa de Tania Bruguera (sede del Instituto de Artivismo Hannah Arendt, INSTAR), una conferencia sobre cáncer de mama con Omara (Ruiz Urquiola) y Oscar Casanella."
Asimismo, la periodista independiente María Matienzo aseguró en Facebook que los activistas del Movimiento San Isidro Amaury Pacheco, Iris Ruiz, Luis Manuel Otero Alcántara y Michel Matos están bajo asedio policial.
Más adelante, la Policía se llevó detenido a Otero Alcántara, según denunció la activista Claudia Genlui. "Desde horas tempranas la patrulla lo esperó, incluso intentó provocarlo llamándolo y preguntándole a voces que cuándo iba a acabar de salir para llevárselo".
Ariel Ruiz Urquiola, hermano de Omara, señaló en su muro de Facebook que la activista "se disponía a participar en una conferencia sobre oncología (...) saldría con la inmunoterapia preservada en elementos de frío en compañía de la reportera de Cibercuba Iliana Hernández cuando la Policía las apresó. La inmunoterapia sería transportada por Omara a EEUU, donde recibiría atención oncológica de tipo analítica usando una visa humanitaria."
Ruiz Urquiola responsabilizó a Miguel Díaz-Canel "con lo que suceda a mi hermana y paciente oncológica, así como del estado de los anticuerpos monoclonales."
El reportero de DIARIO DE CUBA Jorge Enrique Rodríguez publicó en su muro de Facebook que la Policía lo detuvo cuando se dirigía también a la sede de INSTAR. "Debía dar una pequeña charla sobre feminicidio hoy en la tarde. Rumbo al evento, fui interceptado por un patrullero (...) Unos veinte minutos más tarde, este mismo patrullero, órdenes mediante, me condujo hasta los límites de Santiago de las Vegas", relató.
"Usted sabe bien por qué le dejamos aquí, es para mejor. Tenga buenas tardes", me dijo uno de los gendarmes mientras el otro me abría la puerta y me invitaba a bajar del patrullero. No pude dar mi charla sobre feminicidio... me tuve que conformar con aprovechar la tarde y seguir rumbo a Quivicán, a visitar a un amigo. Así lo quiso la Seguridad del Estado", escribió Rodríguez.
Dagoberto Valdés confirmó más tarde que ya estaba libre. "Salía para La Habana a gestiones propias. Detuvieron el taxi particular en el entroque de Los Palacios y nos quitaron los carnéts y los teléfonos al llegar a la estación de Policía de ese municipio. Allí apareció una hora después el mayor Joaquín de la Seguridad del Estado, que se ocupa del Centro de Estudios Convivencia, y verificó que, efectivamente, el taxista tenía varias multas sin pagar", contó.
"Al chofer le revisaron el auto y lo mandaron de regreso para Pinar del Río solo. El mayor Joaquín me dijo que no podía encender el teléfono y me trajo hasta mi casa. Habían pasado casi tres horas sin comunicación", finalizó Valdés.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el régimen de la Isla duplicó la cantidad de detenciones arbitrarias en septiembre, periodo durante el cual la red de observadores de esa organización contabilizó al menos 481 arrestos arbitrarios, sobre todo en las provincias de La Habana, Santiago de Cuba y Villa Clara.
