Familiares de la Dama de Blanco Xiomara de las Mercedes Cruz Miranda, que en agosto recibió del régimen cubano una licencia extrapenal por su estado de salud, siguen desorientados ante la ambigua información que le ofrece el equipo médico que atiende a la exprisionera en el Hospital Neumológico Benéfico Jurídico de La Habana.
"Ella no mejora, y todos los días (los médicos) me dicen algo distinto", afirmó su hija Clara Iznaga en declaraciones que recogió Martí Noticias.
Iznaga explicó que "ahora el médico duda de la posible tuberculosis que ella pueda tener", pero su madre presenta fiebre alta con frecuencia "y no se le quita".
El 16 de octubre, Cruz Miranda cumple dos meses con un tratamiento para la tuberculosis.
Los médicos practicaron otros exámenes por las dudas en torno a un padecimiento que se desencadenó hace ya más de seis meses.
Una radiografía arrojó que la Dama de Blanco tiene "una bacteria en un pulmón", pero "no me quieren decir el nombre de la bacteria", ni tampoco "que tipo de antibiótico le van a poner".
Iznaga dijo que su madre está sufriendo de "muchos dolores musculares" y que, en su opinión, los médicos "no la están atendiendo", aunque dicen lo contrario.
La semana pasada la representante de las Damas de Blanco, Berta Soler, visitó a la también activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en el hospital.
Soler informó de que Cruz Miranda sufría los mismos síntomas descritos por su hija Clara Iznaga.
La líder opositora denunció que el tratamiento para la tuberculosis que estaba recibiendo la paciente estaba "incompleto".
El exprisionero político del Grupo de los 75 Ángel Moya pidió un pronunciamiento de organizaciones como Amnistía Internacional ante la situación de la activista enferma.
Cruz Miranda fue condenada en 2018 a un año y cuatro meses de cárcel por el supuesto delito de "amenaza". Comenzó a cumplir su sanción en la prisión de mujeres El Guatao, y luego fue trasladada a una cárcel en Ciego de Ávila, donde fue hospitalizada tras presentar lesiones en la piel, además de diversos problemas de salud que no han hecho más que empeorar desde entonces.
En julio pasado tuvo que ser traslada a la capital, donde reside, y hospitalizada en la sala de penados del centro médico La Covadonga. A fines del pasado mes de julio fue internada en terapia intermedia con la hemoglobina baja, hígado graso, líquido en los pulmones, falta de aire y un análisis de sangre que le reportó el eritro alto, además de eccemas en la piel.
Lamento que la Sra. esté enferma y espero que se recupere pronto. Qué tiene esto que ver con los Derechos Humanos? Le están negando los servicios médicos? Hay alguien que pueda creer que algún médico cubano sea tan HP que niega información médica al paciente o los familiares? "No me quieren decir el nombre de la bacteria", ni tampoco "que tipo de antibiótico le van a poner". Eso suena verdadero?