El rapero Maikel Castillo Pérez denunció desde la prisión, donde el régimen cubano lo mantiene encarcelado por hacer pública su oposición al Decreto 349, que la Seguridad del Estado intentó reclutarlo.
"Soy agente de la Seguridad del Estado. Acá los muchachones del régimen me hicieron una propuesta con la idea de que cuando yo salga, empiece a colaborar con ellos", reveló en un mensaje escrito que la escritora Yania Suárez publicó en su perfil de Facebook.
"Ya se imaginan cómo se van a molestar cuando sepan que hice público el trato que ellos creen que hicieron conmigo", advirtió el músico, quien reveló que la policía política le propuso convertirse en informante, y que para ello les firmó "dos papelitos que sirven para limpiarme el fondillo, sin embargo ellos no me creen. Papeles los cuales decían que no debía revelar ninguna casa ni ningún sitio al que ellos me llevaran."
"Pero, como ven, no va a poder ser posible revelar ningún truco del sistema porque me apresuré en contarles y hacerles saber a los artistas que están haciéndole creer a las personas sinceras que están en contra del régimen, cuando en realidad lo que hacen es chivatear nuestras acciones rebeldes y atrasar nuestros intentos de protesta pacífica", agregó acerca de las acciones de vigilancia y represión que se ejecutan contra los artistas opuestos al Decreto 349.
Castillo sugirió a sus compañeros de lucha a hacer "cada vez más selecto el círculo nuestro y estoy seguro de que tendremos más resultados".
Sobre las represalias que le esperan por hacer la denuncia, aclaró que "esta pequeña carta la leerán miles de personas por todo el mundo y sabrán también que la ola de represión que se avecina hacia mi persona es inmensa."
Castillo, padre de una niña y vecino de La Habana Vieja, fue arrestado en su domicilio tres días después de haber organizado un concierto —el pasado 21 de septiembre— en La Madriguera, sede de la oficialista Asociación Hermanos Saíz (AHS), en La Habana, al que invitó a varios raperos que se pronunciaron contra el Decreto 349.
En enero de 2015, había acusado de corrupción a los miembros del Tribunal Municipal de La Habana Vieja, durante una vista oral en la que comparecía como víctima de un asalto con arma blanca.
El rapero resultó gravemente herido y su vida peligró. Por protestar la decisión del tribunal de absolver a su presunto agresor, fue acusado de "desacato". Finalmente, fue condenado a un año de cárcel por "peligrosidad predelictiva".
Después de ser apresado, se declaró en huelga de hambre, la que decidió abandonar. El pasado mes de noviembre, tras su traslado a Valle Grande, Castillo Pérez se cosió los labios para iniciar su protesta.
Actualmente sigue detenido sin que se le presente un expediente acusatorio definitivo ni lo lleven a juicio.