El médico cubano Víctor Pena, quien abandonó una misión médica cubana en Venezuela en 2008, fue impedido de entrar a Cuba tras cumplir los ocho años de "sanción" que impone el régimen.
Así lo denunció a través del grupo #NoSomosDesertores #SomosCubanosLibres, en un comentario donde relata la injusticia y exige reparación.
Según el testimonio de Pena, desde el pasado año comenzó a hacer los trámites pertinentes para regresar a Cuba, luego de una década sin visitar a su familia en la Isla.
El galeno, que reside en los Estados Unidos y tiene en Cuba a sus padres y una hermana, refirió que su familia en la Isla hizo las averiguaciones necesarias para comprobar desde cuándo las autoridades lo consideraron como "baja del sistema de Salud", que es la fecha a partir de la cual debe sufrir ocho años de "castigo", y les informaron que había sido en el mismo año 2008.
"Pensé que todo estaba resuelto y me dispuse a prepararme para el tan anhelado regreso a los brazos de mi madre, a mi tierra, durante cinco meses estuve trabajando duramente con mi corazón lleno de esperanza por volver a abrazar a los míos", cuenta Víctor.
Pero, al llegar a la Isla acompañado por su esposa e hija, fue sometido a un interrogatorio y le prohibieron la entrada.
"No pude entrar a mi tierra ni abrazar a mi familia, alegaron la injusta medida de los ocho años, se me informó que el MINSAP me dio de "baja" del sistema en aAbril del 2011, dos años más tarde, dos años agregados a mi "condena" porque así lo dispone el Gobierno de Cuba, si ocho años son injustos imaginen diez", refiere.
Esta arbitrariedad lleva a Pena a plantear una serie de interrogantes: "Por qué soy tratado como criminal si durante muchos años serví a mi pueblo y hasta brindé mis servicios en otras tierras bajo condiciones de explotación laboral. Mi único delito fue apostar por la libertad, exijo que se respete mi derecho y el de todos los cubanos que como yo hoy sufren la separación familiar a manos de un gobierno que pisotea los derechos de la familia cubana."
A continuación, denunció "la inhumana medida impuesta por el Gobierno de Cuba a los profesionales que rompieron las cadenas de un contrato que los vendía como mano de obra barata. Ayer no pude pisar mi Isla, ayer me tocó regresarme en el mismo avión con el corazón partido y todas mis esperanzas rotas, mi familia que me esperaba quedó tan destrozada como yo, pero no nos quedaremos callados, no más".
A pesar de que esta medida punitiva no es una ley escrita y hecha pública, el Gobierno la aplica a rajatabla con los galenos que abandonan las misiones en el extranjero. No obstante, solamente entre noviembre y diciembre de 2018, más de mil profesionales de la salud cubanos que participaban en el programa Más Médicos de Brasil, decidieron no retornar a la Isla.