Iris Mariño García, periodista de la revista independiente La Hora de Cuba, fue detenida este Primero de Mayo durante el desfile en Camagüey y sometida a cuatro horas de interrogatorio por cuatro hombres agentes de la Seguridad del Estado, en lo que describió como un "asedio" constante.
"Hoy fui al desfile del Primero de Mayo en la provincia a observar lo que estaba aconteciendo y cuando intenté tomar una fotografía, apenas saqué mi cámara, tres agentes de la Policía se me acercaron y me pidieron que los acompañara", contó Mariño a DIARIO DE CUBA.
"Me llevaron en una patrulla hasta la Tercera Unidad de la PNR de la ciudad de Camagüey. Allí cuatro agentes de la Seguridad del Estado que se presentaron como agentes de la Contrainteligencia estuvieron todo el tiempo conmigo durante cuatro horas seguidas", declaró.
"Cuestionaron mi trabajo en la revista, que si las cosas que yo hago son para ganar algún provecho, o si voy contra la revolución; cuestionaron también el trabajo de mis colegas Sol García Basulto y Henry Constantín", precisó la periodista.
Según Mariño, el último agente que se presentó, que se hizo llamar Maikel, la amenazó basado en una orden de "regulación" (prohibición de salida del país) que tiene actualmente vigente.
"Me dijo que yo estaba en un proceso abierto. Le respondí que se estaba equivocando. La causa que ellos me tenían abierta por 'usurpación de capacidades' se había archivado, por tanto no tenía por qué tener regulación en el pasaporte", relató Mariño.
"Me dijo que eso estaba bajo investigación y que ya se me iba a quitar en algún momento. Sin embargo, me amenazó, me dijo que yo me iba a buscar problemas pronto, que podría ir a prisión. Fue el único que realmente me amenazó directamente", añadió.
"No obstante, todos me dieron datos de una vigilancia exhaustiva que tienen alrededor de mi casa. Otro de los agentes, identificado como Michel, me dijo lo que había pasado ayer a lo largo de ocho horas cerca de mi casa. Las personas que habían entrado, las que habían salido, con quién yo había conversado", sostuvo.
"Todo el tiempo que estuve detenida estuve siendo interrogada. Yo me imaginé que en algún momento iba a entrar alguna mujer, porque hicieron referencia a que yo soy mujer, que soy madre, hasta fueron como un poco coqueteando (…) Pero nunca sucedió. Fueron cuatro hombres frente a mí. Entraba uno y salía y otro, me dejaban sola por intermedio de dos o tres minutos", condenó.
La periodista estuvo sometida a este interrogatorio desde las 8:30am hasta las 12:30pm.
"Ellos me dijeron que iban a estar ahí todo el día hasta la noche, pero luego decidieron liberarme", concluyó.
El régimen, que controla todos los medios de comunicación legales en Cuba, mantiene un blindaje contra la prensa independiente amparado por el Artículo 53 de la Constitución, el cual prohíbe la existencia de medios de comunicación privados.
El propio Código Penal incluye disposiciones que permiten juzgar el ejercicio de la libertad de prensa como delito contra la seguridad del Estado. Además, el régimen ha creado leyes, como la 88, conocida como Ley Mordaza, con apartados destinados a reprimir al periodismo independiente.
Por ese aparato legal, entre los 75 disidentes enviados a prisión en la primavera de 2003 unos 27 eran periodistas independientes.