Desde 1993 hasta 1999 Leudin González fue atleta en el equipo nacional cubano de taekwondo. Sin embargo, las lesiones le obligaron al retiro, por lo que decidió convertirse en entrenador. En 2004 comienza al frente de la concentración nacional femenina. Un año más tarde, inicia la misma función, pero en la rama varonil. Permanecería en el cargo hasta 2013. Llegó a Florida, Estados Unidos, en 2014. Le tocó trabajar duro fuera del deporte. Con esfuerzo, sus ahorros le permitieron abrir un gimnasio de CrossFit. Poco a poco, incluyó las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) en su lista de servicios. Hace dos años, inició el MMA Temple en Orlando, un proyecto del que es cabeza.
El párrafo anterior resume en poco más de un centenar de palabras la trayectoria de González. El reconocido entrenador cubano fue artífice de varias medallas para el taekwondo de su Isla natal al máximo nivel. No obstante, el experimentado preparador comienza a ganar prestigio en las MMA gracias a los despampanantes resultados de su pupilo Robelis Despaigne. El laureado extaekwondoka santiaguero noqueó en sus cinco primeras apariciones profesionales. Y en sus últimos cuatro triunfos solo sumó 37 segundos sobre el octágono. Sobre la nueva adquisición de la compañía Ultimate Fighting Championship (UFC) conversó Leudin con DIARIO DE CUBA.
Profe, en sus años como entrenador de los mejores taekwondokas de Cuba ¿quiénes le impresionaron más?
Te puedo hablar de Nelson Sáenz, que fue varias veces campeón panamericano y bronce mundial; Ángel Volodia Matos, campeón olímpico; Gessler Viera, era una bestia compitiendo y ganó el primer título mundial para Cuba en 2007; Ángel Modesto Mora, con mucho potencial; Rafael Alba, campeón mundial y medallista olímpico, y por supuesto, no puedo dejar de mencionar a Robelis que sigue rindiendo hasta hoy en el profesionalismo. Estos artistas marciales daban todo en los entrenamientos. Eran muy disciplinados y conscientes en todo lo que hacían.
¿Podemos hablar de un estilo propio del taekwondo cubano?
Tuvimos una época en la que nos caracterizábamos por la fuerza y potencia de nuestros competidores, pero desde que asumí la dirección del equipo nacional, me propuse junto a mi colectivo mejorar en el aspecto técnico-táctico. Eso nos permitió grandes resultados a nivel centroamericano, panamericano y mundial.
¿Cómo conoció a Robelis Despaigne?
Lo conocí mientras realizaba una gira por las provincias de Cuba como parte de la Comisión Nacional de Taekwondo. Robelis tenía 14 años de edad y me dijeron que fuera rápido a verlo porque el metodólogo de voleibol lo quería captar. Cuando aquello él medía 1,93 metros y pesaba 78 kilogramos aproximadamente. Al año siguiente, si mal no recuerdo, entró a nuestro equipo nacional juvenil. Y después, volvió a coincidir conmigo en el representativo de mayores.
¿Cuánto ha cambiado ese juvenil con respecto al peleador que es hoy?
Han pasado muchos años. Tiene más experiencia. Ha ganado en peso y masa muscular. Pero en lo personal, sigue siendo el mismo muchacho disciplinado y humilde. Siempre transmite confianza a los entrenadores y a todo el que le rodea.
¿Alguna anécdota en particular con 'The Big Boy' como taekwondoka?
Siendo un niño todavía, pesaba 83 kilogramos. Por desgracia, en una Olimpiada del Deporte Cubano le toca enfrentar por el sorteo al atleta principal de Cuba en ese momento que pesaba más de 100 kilos. Por la diferencia de rangos y peso que tenían, yo decido no enfrentarlos. Eso fue muy duro para él. Prácticamente se le salieron las lágrimas porque quería ese combate. Pero tomamos la mejor decisión para evitar lesiones y frustración.
En otra competencia, le tocó contender con Ángel Volodia Matos, nuestro único campeón olímpico de la disciplina. Ellos se llevaban bien y entrenaban juntos, pero en ese entonces yo di la orientación de que Volodia no lo podía patear en la cabeza. Quería cuidarlo porque era muy joven. Mas al terminar el combate, Volodia me dijo "para la próxima las patadas tienen que ser por la cabeza y por donde sea". Ángel quedó sorprendido por los avances de Robelis en tan poco tiempo.
¿Cómo surgió el interés de Robelis por las MMA?
Curiosamente, después de él ganar medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, yo visito su casa y comparto con su familia. Le comenté que él podía pelear en las artes marciales mixtas y aspirar a UFC. En ese momento, Robelis no acogió con fuerza la idea, pero al pasar de los años decidió dejar el taekwondo para dedicarse por completo a esta nueva disciplina.
¿Podría describir la transición del peleador de un deporte a otro?
La transición de Robelis a las MMA ocurrió paulatinamente. Mientras estaba todavía en el combinado cubano de taekwondo, alternaba con las artes marciales mixtas. Los entrenadores conocidos como "Tiburón" y "Philip", este último conocedor de jiu-jitsu, lo iniciaron en esta materia mientras todavía se encontraba en Cuba.
Hay atletas excepcionales, como los taekwondokas mencionados anteriormente, que se adaptan a cualquier deporte, incluso muchos lo demostraron jugando fútbol o béisbol. Los niños en Cuba practican varios deportes y eso les ayuda a alcanzar cierta motricidad. Por eso ha sido tan fácil para Robelis hacer jiu-jitsu o adaptarse a combatir en el piso.
¿Por qué deberíamos confiar en que Robelis llegará a la elite de las MMA?
Bueno, opino modestamente que Robelis ya está en la elite de las artes marciales mixtas. Debutar en la compañía más grande de esta industria con un nocaut en 18 segundos reafirma esta opinión. Solo que debemos completar pequeños objetivos. Primero alcanzar a los 15 primeros del ránking, y así sucesivamente. La meta es ir por el cinturón y ganarlo.
Previo al debut en UFC ante Josh Parisian ¿qué virtudes y defectos apreciaron en el rival?
En cuanto a Parisian, la mayor fortaleza que le veíamos eran sus 22 combates profesionales, seis de ellos en UFC. De sus debilidades, siempre supimos que iba a ser más lento, que iba a tratar de dirigirse hacia atrás, no obstante, si él se lanzaba, Robelis estaría preparado. Afortunadamente, cuando Robelis cayó al suelo después de lanzarle la patada, se levantó rápido y resolvió con una de sus maneras favoritas.
Un día común de Despaigne en MMA Temple
Un día común de Robelis en el entrenamiento solía comenzar a eso de las 4:00 de la tarde hasta las 8:00, porque él trabajaba por la noche y necesitaba descansar para estar a plena capacidad. Dividíamos la preparación en dos sesiones. Primero enfocados en el plano físico y luego trabajábamos lo técnico-táctico. Esto no era lo ideal, pero era lo que podíamos hacer. Así pudimos firmar con UFC y ganar nuestras primeras cinco peleas.
Según nos contó Leudin, Robelis tuvo una semana en la que redujo las cargas físicas tras ser sensación en UFC 299. A su vez, el preparador ansiaba al menos seis semanas para planificar el próximo cotejo. Y así será. Despaigne enfrentará el próximo 11 de mayo al dominicano Waldo Cortés-Acosta (10-1, 5 KO). A sus 35 primaveras, el santiaguero tendrá un oponente más joven por tres años. Sin embargo, los cubanos esperan que su anatomía de dos metros vuelva a ser cubierta por la bandera de la estrella solitaria en el octágono más prestigioso del planeta.