Muere Félix Isasi, la leyenda del béisbol cubano que escondía la bola

El expelotero cubano Félix Isasi Mestre, una de las leyendas del béisbol cubano, falleció hoy a los 78 años en la ciudad de Matanzas, reportó la agencia oficial Prensa Latina.

Su cadáver está siendo velado en el Salón de la Fama del estadio Palmar de Junco, donde fue exaltado por la huella que dejó en los campeonatos domésticos con las camisetas de su provincia y en torneos internacionales con el equipo Cuba.

El integrante de los famosos "Tres mosqueteros" que llevaron a Henequeneros a ganar la Serie Nacional en 1970, fue considerado como un jugador pícaro. Con su polémica jugada de la bola escondida sorprendió a más de uno.

Gracias a su velocidad como corredor, era de los buenos ladrones de bases en Series Nacionales. También destacó por su tacto y ofensiva oportuna en los momentos tensos de los partidos. Junto a Wilfredo Sánchez y Rigoberto Rosique, Isasi formó el trío de mosqueteros que sigue siendo recordado por los aficionados a pesar del paso del tiempo.

El expelotero debutó en Series Nacionales con solo 17 años en 1963, jugando con el equipo Occidentales, y luego integró Henequeneros, Centrales y Matanzas. En 18 campañas promedió a la ofensiva 293, conectó 1.142 indiscutibles (entre ellos 181 dobles, 17 triples y 45 cuadrangulares), impulsó 445 carreras y anotó 571. Con el equipo nacional participó en 11 eventos internacionales, exhibió un average de bateo de 336 y fue el jugador estrella durante la final del mundial de Cartagena, en 1976.

"Parte físicamente un imprescindible del béisbol y el deporte cubano en general. Compartimos el dolor de familiares y amigos por el fallecimiento de Félix Isasi Mestre, protagonista de páginas que prestigiaron a nuestro país", dijo en la red social X el presidente del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación, Osvaldo Vento Montiller.

A pesar de su notable hoja de ruta como atleta, Isasi también fue marginado por las autoridades deportivas en la Isla. En febrero de 2023, dijo en una entrevista al periódico oficial Girón que se sentía desatendido por las instituciones cubanas.

El expelotero explicó que ocasionalmente iba a las entidades deportivas para exigir una respuesta a sus demandas y siempre le respondían con evasivas. "Ya no escondo la bola: ahora me la esconden a mí", dijo en aquel momento.

Un año atrás de esa entrevista, Isasi había sufrido una isquemia transitoria y pasó varios días en el hospital. Nadie lo visitó, ni atendió, salvo amistades. Esto marcó un fuerte contraste con su accidente automovilístico en 1983. En ese momento solo llevaba tres años retirado, y notó mayor preocupación y atención.

"Pero bueno, no importa", agregó el exjardinero central. "Tengo lo que tenía que tener: un pueblo que me quiere. A donde llego, una cola o cualquier cosa, todo el mundo me saluda y me habla. Voy a veces al estadio Palmar de Junco a ver a los muchachos jugar y ellos suben para las gradas cuando me ven. Eso se agradece y es muy bonito."