La gloria del béisbol cubano Félix Isasi dijo en una entrevista al periódico oficial Girón que se siente desatendido por las instituciones cubanas.
El expelotero de 77 años explicó que ocasionalmente va a las entidades deportivas para exigir una respuesta a sus demandas y siempre le responden con evasivas. "Ya no escondo la bola: ahora me la esconden a mí", dijo al periódico matancero.
Hace apenas un año, Isasi sufrió una isquemia transitoria y pasó varios días en el hospital. Nadie lo visitó, ni atendió, salvo amistades. Esto marcó un fuerte contraste con su accidente automovilístico en 1983. En ese momento solo llevaba tres años retirado, y notó mayor preocupación y atención.
"Pero bueno, no importa —agregó el exjardindero central—. Tengo lo que tenía que tener: un pueblo que me quiere. A donde llego, una cola o cualquier cosa, todo el mundo me saluda y me habla. Voy a veces al estadio Palmar de Junco a ver a los muchachos jugar y ellos suben para las gradas cuando me ven. Eso se agradece y es muy bonito".
Félix Isasi, que ahora vive en una modesta casa en el barrio Pueblo Nuevo, conoció en varios momentos la gloria mundial. Durante once períodos consecutivos formó parte del equipo Cuba y fue el jugador estrella durante la final del mundial de Cartagena, en 1976.
A pesar de estos resultados, el expelotero no estuvo incluido en la selección de los "Cien atletas del siglo XX en Cuba", y eso le molesta.
"¡Ah, mira, eso mismo! ¿Tú ves? ¿Qué más tenía que hacer, chico? Dime, ¿qué más? Esas son cosas que le duelen a uno. Pude haber jugado en cualquier equipo allá afuera y, sin embargo, me quedé", dijo el matancero.
Girón señaló que Isasi siempre regresaba a Cuba, ante todo, por su madre, una mujer muy "revolucionaria". Estaba seguro de que ella no lo perdonaría si decidía jugar en las Grandes Ligas.
"Yo no hubiera podido vivir millonario y a la vez consciente de que mi mamá se mató aquí por culpa mía. Yo veía por los ojos de ella", agregó el exatleta.
Te falto vision Felix. La libertad es lo mas importante. El que no acabe de entender eso a tiempo, lo coge la rueda.
Si su madre no hubiera sido "revolucionaria," le hubiera hecho un favor, aunque el no pueda reconocer que su madre fue parte del problema, como la madre de uno de los que fusilaron en el 2003.
De cierta manera esto me recuerda al caso del nieto de Blas Roca, que se ha virado contra la dictadura pero sigue venerando a su abuelo como si no hubiera tenido nada que ver con el desastre.
O sea, esto es otra versión del cuento de la "revolución traicionada."
Es triste y muy doloroso al final de la vida sufrir esos sentimientos encontrados y todavía no resueltos, mucha pena me da saber de esta manera de esta gran figura del beisbol cubano, ante todo mis respetos; pero en su vejez pueden verse reflejados todos los cubanos de la isla que todavía siguen omnibulados por un régimen esclavista y opresor que los explota al máximo para luego, cuando dejen de serles útil, abandonarlos a los vaivenes del destino. Vayan y voten en estas falsas y fraudulentas elecciones en las que ellos mismos son los que proponen y eligen a quienes le conviene para seguir manteniéndose en el poder, cada pueblo tiene el gobierno que merece, dijo alguien una vez.