El Campeonato Europeo de voleibol femenino no es cosa de juegos. Uno mira el cuadro del torneo y enseguida le saltan a la vista equipos como Serbia, Italia, Países Bajos o Polonia, referentes del deporte de la malla alta a nivel mundial. Y por supuesto, también está Turquía —el plantel de la estelar cubana Melissa Vargas—, flamante monarca de la Liga de Naciones 2023 y uno de los conjuntos que suma tres podios consecutivos en el certamen continental.
Con todo este arsenal, incluso antes del primer saque ya podemos intuir que habrá una batalla de altos quilates.
Y así fue. La realidad superó las expectativas en un torneo organizado a cuatro manos entre Estonia, Alemania, Italia y Bélgica, donde se desarrollaron los partidos decisivos en el último fin de semana. En Bruselas, las mencionadas italianas, serbias, turcas y holandesas discutieron las preseas del certamen, como mismo había ocurrido en la edición anterior del 2021, aunque ahora el desenlace no fue igual que el de hace dos años en Belgrado. Italia, finalista de aquella edición, ahora tropezó en semifinales contra Turquía.
Serbia, por su parte, venció a Países Bajos y sí garantizó su presencia en la discusión de la corona con mucha sed de venganza, luego de perder el título continental del 2021 frente a su público. De esta forma, quedó servido el duelo entre balcánicas y otomanas, que de cierta manera también representaba un choque individual entre dos de las mejores atacadoras del planeta en la actualidad: Melissa Vargas, por Turquía, y Tijana Bošković, por Serbia.
Como era de esperar, ninguna de las dos cedió y nos regalaron una batalla campal en la que Melissa salió airosa por muy estrecho margen. Con sus potentes servicios de más de 100 kilómetros por hora, la cienfueguera intimidó a la línea de recepción de Serbia, expuesta y en aprietos en más de una ocasión. Un total de tres aces marcó Vargas, quien más allá de los puntos directos logró desestabilizar repetidamente el complejo uno de las balcánicas.
En estas circunstancias, Serbia recostó su ataque sobre Bošković, quien tuvo una de las noches más activas de su carrera. En una maratón que se extendió durante dos horas y 21 minutos, la opuesta serbia registró un tremendo total de 73 intentos de ataque, de los cuales 34 fueron positivos (47 % de efectividad). De todos los remates del plantel dirigido por Giovanni Guidetti, el 53.6 % los realizó Tijana, que dio una tremenda demostración de poderío con 37 puntos, incluidos dos en servicio y uno en bloqueo.
Pero, de alguna manera, el espectacular desempeño de la zurda quedó en un segundo plano ante la exhibición de Melissa Vargas, quien subió un poco más el listón. La cienfueguera anotó 41 puntos, 38 de ellos en ataque, con una impresionante efectividad del 55 % en 69 intentos. Una completa barbaridad. Además, sacó la cara en momentos importantes, de hecho, los tantos decisivos del segundo, cuarto y quinto set los marcó la cubana.
Luego de perder el primer parcial 27-25, Turquía reaccionó en el segundo y se llevó la victoria 21-25. El último punto de esa manga fue un ace inapelable de Melissa con un saque de humo: 103 kilómetros por hora. Serbia volvió a la carga en el tercero y se impuso 25-22, pero de nuevo las otomanas dieron muestras de vida con un triunfo 22-25. De nuevo, Vargas desató la locura de los parciales turcos al decidir el set con un ataque en penetración por el centro de la cancha. Demoledor.
Por si fuera poco, en el tie break afloró toda la sangre fría de Melissa. Con ventaja de dos puntos en el final del parcial, las serbias lograron bloquear a la cubana, pero eso solo le dio impulso para marcar segundos más tarde el punto del campeonato con un potente remate exterior. No podía ser de otra manera, Vargas, estrella durante todo el evento, coronaba su actuación con un martillazo épico que le daba a Turquía su primer título europeo en la historia.
Esta fue la coronación de un torneo fabuloso para Turquía y Melissa, que comenzaron su aventura en el Burg-Wächter Castello de Düsseldorf, sede de las acciones de la llave C. De conjunto, el plantel y la estrella cubana siguieron en la misma línea que las encumbró como indiscutibles campeonas de la Liga de Naciones hace mes y medio. En tierras germanas terminaron invictas la fase de grupos del Europeo, con victorias sobre Suecia (3-0), Azerbaiyán (3-0), República Checa (3-1), Grecia (3-0) y Alemania (3-0).
De esos cinco desafíos, Melissa solo no fue titular ante las checas por decisión del técnico Danielle Santarelli. Pero en el resto de los encuentros la cienfueguera fue un auténtico huracán caribeño, justo como se puede apreciar en sus estadísticas:
* Vs. Suecia: 19 puntos, 4 aces, 15 en ataque (63 % de efectividad)
* Vs. Azerbaiyán: 20 puntos, 6 aces, 13 en ataque (87 % de efectividad), un bloqueo
* Vs. República Checa (jugadora de cambio): 4 puntos en ataque (67 % de efectividad)
* Vs. Grecia: 22 puntos, 2 aces, 20 en ataque (67 % de efectividad)
* Vs. Alemania: 18 puntos, 17 en ataque (61 % de efectividad), un bloqueo
El vendaval continuó en octavos de final, ya en partidos de eliminación directa o los clásicos cruces de vida o muerte en los que reina la tensión. En el Palais 12 de Bruselas, Melissa no creyó en las anfitrionas belgas y llevó a Turquía directo a cuartos. Ni siquiera el hecho de que cuatro jugadoras de Bélgica lograran dobles dígitos frenó el ímpetu del cuadro otomano, que se impuso con un contundente 3-1.
Como si ya fuera costumbre, Vargas brilló y cargó en hombros al equipo con 27 puntos, 25 de ellos en ataque y dos en la defensa de la net. Llama la atención que 45 intentos de remate logró un altísimo 56 % de efectividad, un avance de lo que estaba por venir.
En cuartos, frente a Polonia, Melissa volvió a la batalla y consiguió 24 cartones, dos de ellos con su potente servicio. Además, repitió su 56 % de efectividad en ataque (22 puntos en 39 intentos) en la victoria por barrida del equipo turco, que por quinta edición consecutiva estaba entre los cuatro grandes de los campeonatos europeos.
Llegaba entonces el turno de las semifinales, donde chocarían contra las entonces vigentes monarcas italianas. El duelo fue un rompecorazones de cinco parciales en los que Turquía tuvo que venir de atrás para avanzar a la tercera final de su historia en estas lides. La remontada se concretó luego de tres sets en los que las transalpinas dieron siempre sensación de superioridad, de hecho, en el tercero ganaron con un aplastante 25-15 que hacía presagiar el fin de la aventura turca en el Europeo.
Pero el plantel otomano respiró y, con un sobresaliente trabajo de su bloqueo, salió a flote en un cuarto set de puras emociones, finiquitado con marcador de 25-22. Eso supuso un golpe mortal para las italianas, que en el tie break pasaron de puntillas por la cancha. Un arrollador parcial de 15-6 demuestra a las claras que Turquía, crecida hasta niveles insospechados, se quedó jugando sola.
En medio del festival, Melissa lideró a las suyas con 26 unidades y le ganó el mano a mano a la fenomenal Paola Ogechi Egonu (25 puntos), una de las mejores atacadoras del planeta en la actualidad. La descendiente nigeriana, rival habitual de Vargas en la última temporada de la Liga Turca, fue una incómoda piedra en el zapato junto a Elena Pietrini hasta el final, pero a la postre se impuso la ley de la cubana, que consiguió dos tantos con su servicio y dos por la defensa de la net.
Contrario a otros partidos, Melissa se encontró con el muro del bloqueo italiano en varias ocasiones y cometió algunos errores en ataque, aunque terminó con un aceptable 44 % de efectividad en los remates (22 de 50). Esa fue la antesala de la final, en la que por segunda vez en la historia una cubana ascendió al trono del voleibol europeo, tras las memorables victorias de Taismary Agüero con Italia en 2007 y 2009.