El voleibol femenino cubano ha quedado huérfano de estrellas. Muy lejos están los tiempos brillantes de las Morenas del Caribe, que reinaron en el deporte de la malla alta durante los años 80 y 90 del siglo pasado. También muy distantes quedan ya las memorias de nuestros últimos equipos de calibre mundial con Nancy Carrillo, Rosir Calderón, Kenia Carcacés, Daimí Ramírez, Yanelis Santos, Yumilka Ruiz o Zoila Barros, todas retiradas o emigradas.
Difícilmente, un aficionado promedio pueda mencionar hoy a un cuadro titular de seis jugadoras que mantengan vínculos con la Federación Cubana, en gran medida porque esas voleibolistas todavía ligadas al movimiento deportivo nacional no han logrado crecer y madurar como colectivo para obtener resultados en la arena internacional. De hecho, Cuba ha sido relegada a posiciones que nada tienen que ver con su rico historial en este deporte, incluso en competiciones regionales y continentales.
Sin un programa de desarrollo capaz de captar talentos y trabajar con ellas a largo plazo, se antoja misión imposible revertir el panorama actual. Tan grave es el panorama que Mireya Luis, una de las máximas exponentes en la historia del voleibol mundial y voz autorizada en la materia, dijo en una entrevista que la Escuela Cubana como filosofía ya no existía.
Era imposible vaticinar una etapa tan triste para el voleibol femenino cubano, por el cual la gente ha perdido la ilusión. Sin embargo, todavía los fanáticos tienen algo de lo que agarrarse: el talento individual. Es aquí donde aparece la figura de Melisa Vargas, la última gran estrella del voleibol femenino cubano, quien despertó mucha curiosidad cuando debutó en los equipos nacionales siendo una niña.
Ha llovido desde entonces, casi una década para ser más precisos. Melisa ya no es una chiquilla, aunque solo tiene 23 años y un futuro promisorio por delante, alejada de su natal Cienfuegos y con un nuevo uniforme a nivel de selecciones. Turquía ha sido el país que le ha abierto las puertas a la estelar atacante, quien ahora parece muy enfocada en marcar una época y consolidarse como una de las principales referentes del deporte de la malla alta.
A golpe de remates demoledores y saltos inalcanzables, Melisa busca escribir su propia novela turca, y de momento los primeros capítulos son ilusionantes para cualquier amante de la disciplina. En la Liga de Naciones 2023 (VNL por sus siglas en inglés), la cubana ha sido un auténtico huracán en los compases iniciales de la competencia que la ha visto debutar con la camiseta roja de la escuadra otomana.
Ataques zagueros, defensa de campo, poderoso servicio, bloqueo consistente, capacidad para arreglar jugadas que parecen perdidas, vuelo por encima de las bloqueadoras rivales… Esas son algunas de las joyas del arsenal inagotable de Vargas, quien no ha necesitado mucho tiempo para resaltar entre las "Sultanas de la red".
En la primera semana de la Liga, por ejemplo, Melisa se ubicó segunda entre las máximas anotadoras del torneo con 83 unidades, igualada con la dominicana Brayelín Martínez y por detrás de la china Yingying Li (87). La sureña dividió su ataque en 71 puntos por remates efectivos, cinco bloqueos y siete aces, un show de alto calibre que miles de aficionados disfrutaron en el Antalya Sports Hall, donde la selección turca ganó tres de sus cuatro presentaciones.
La cubana abrió con 15 unidades frente a Corea del Sur, una especie de calentamiento para luego masacrar a las actuales campeonas del mundo. Un total de 21 puntos consiguió Melissa frente a Serbia, preámbulo de otra brillante actuación contra Italia, bronce del orbe, ante quienes facturó 22 unidades. En todos esos partidos Turquía salió por la puerta grande, con tres victorias importantísimas en sus aspiraciones de mantenerse en la élite de la VNL.
El cierre de su primera semana de Melisa en la competición fue agridulce, pues si bien marcó 25 cartones con un gran desempeño en el ataque (21) y el servicio (tres aces), su equipo perdió 3-2 ante el poderoso elenco de Estados Unidos.
Entre las jugadoras con más de 100 intentos de ataque en la primera semana, Melisa ocupó la segunda posición en efectividad con un 55.91 % de acierto (71 puntos con sus remates en 127 oportunidades), solo superada por la china Yingying Li (56,52%: /8-138). En líneas generales, la cubana infundió el pánico entre las defensas rivales con ataques que superaron los 100 kilómetros por hora.
Luego de estos primeros compases con su nueva escuadra, Vargas dijo sentirse muy contenta por el debut y por la acogida de los fanáticos. "Fue grandioso jugar frente a los aficionados turcos. Ellos nos apoyaron todo el tiempo y solo podemos agradecerles por eso", precisó la cubana en declaraciones que recogió el portal oficial de la VNL.
Para la segunda semana, en Hong Kong, Melisa ha mantenido el paso, aunque en el primer partido contra Países Bajos tuvo menos protagonismo y solo anotó nueve puntos en un duelo que se definió por barrida a favor de Turquía. No obstante, en el siguiente encuentro ante Polonia se pudo ver la mejor versión de la cubana, que se fue con 24 cartones.
Lo curioso de este choque es que las turcas perdieron 3-0 y anotaron un total de 70 puntos, el 34.3 % a la cuenta de Melisa, prácticamente la única figura ofensiva del cuadro otomano. Esto, obviamente, es un problema para el prestigioso entrenador italiano Daniele Santarelli, quien necesita del rendimiento colectivo de sus pupilas.
Turquía ha quedado entre las cuatro primeras escuadras de la VNL en cada una de sus primeras cuatro ediciones, con una plata en el 2018 y un bronce en el 2021. La llegada de Santarelli, monarca del orbe con Serbia el año pasado, cinco veces seguidas campeón de la Serie A1 en Italia, y doble titular del Mundial de Clubes con el Imoco Volley Conegliano, puede ser un plus para que el cuadro euroasiático luche por la corona.
De momento, marchan en puestos de avanzada, con 16 puntos fruto de cinco victorias y dos fracasos. Su más reciente éxito se produjo por barrida contra Canadá, de nuevo con una gran actuación de Melisa Vargas (17 puntos), quien ahora mismo es la máxima anotadora (133 cartones) y la mejor en servicio (12 aces) de la VNL. Definitivamente, la cubana ya está escribiendo su propia novela turca.