La voleibolista cubana Melisa Vargas considerada la gran promesa de la disciplina a nivel mundial, vuelve a integrar una selección nacional, seis años después de haber sido suspendida por la federación estatal de la disciplina en la Isla. Pero no es la de Cuba, sino la de Turquía, según anunció la plataforma Volleyball World en Twitter.
"Melissa Vargas: Una nueva cara en el equipo de Turquía", dice la publicación.
"La exjugadora cubana aparece en la nómina del equipo 2023 anunciada por la Federación de Voleibol de Turquía. No podemos esperar para verla en la próxima Liga de las Naciones".
Melisa Vargas, quien tiene ahora 23 años, era considerada la jugadora más talentosa de un equipo femenino cubano, que no ha logrado regresar a los planos estelares de las selecciones nacionales de los años ochenta y noventa, y principios del presente siglo.
Vargas debutó con la selección de la Isla a los 13 años. Desde ese momento, los expertos vaticinaron una brillante carrera profesional para la bautizada como la "Niña Prodigio" del voleibol.
En la Copa Panamericana celebrada en 2014, Vargas, de 1,91m de estatura, fue la líder anotadora del torneo con 144 puntos. También fue la más destacada en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de ese año.
En 2015, bajo el amparo de la estatal Federación Cubana de Voleibol (FCB) se unió al equipo checo VK Prostějov. Durante el World Grand Prix de ese año, la cubana anotó 48 puntos en solo tres partidos.
Pese a su desempeño, la talentosa jugadora cubana casi vio frustrada su carrera deportiva dos años después, cuando la FCV decidió suspenderla por cuatro años.
Vargas sufrió una lesión en el hombro que se agravó con el tiempo y la llevó al quirófano en 2016. A partir de la recuperación, sus padres no aceptaron los términos de la FCV y decidieron sacar a la jugadora de la Escuela Nacional de Voleibol y llevarla de vuelta a su ciudad, Cienfuegos.
La Federación vio la actitud como indisciplina y le aplicó a la jugadora, a partir de enero de 2017, una sanción, que implicó rebajarla de categoría y la prohibición de intervenir en campeonatos de nivel internacional.
Un año después, la joven voleibolista firmó un contrato por varios años con el club suizo Volero Zurich, sin la mediación de la FCV y tras haberse ido de Cuba.
"Una jugadora del calibre de Vargas solo aparece una vez cada diez años. Estamos muy contentos de que ella vea su futuro deportivo en el Volero Zurich", señaló entonces el presidente del club, Stav Jacobi.
Vargas, por su parte, dijo que "después de una experiencia de un año en Europa (mientras jugaba para el VK Prostějov), veo mi futuro deportivo como jugadora profesional. Estoy muy orgullosa de poder continuar mi desarrollo con un club internacionalmente reconocido como Volero".
Melisa Vargas era considerada la revelación del voleibol cubano por la prensa estatal y una de las grandes esperanzas para recuperar el terreno perdido en la arena internacional. Pero en vez de contribuir a mejorar los resultados de Cuba en esta disciplina engrosa la lista de atletas talentosas que ha perdido el deporte estatal de la Isla en los últimos años. Varios de los mejores exponentes del voleibol cubano en ambos sexos juegan fuera del país y no integran sus selecciones.
El nivel de los equipos femenino y masculino ha descendido dramáticamente en las últimas décadas. En el caso de las mujeres, tras coronarse en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000, además de obtener el bronce en Atenas 2004, cayeron al cuarto puesto en Beijing 2008 y no lograron clasificarse para las Olimpiadas de Londres 2012, Rio de Janeiro 2016 ni Tokio 2020.
La contratación de jugadoras en ligas extranjeras, además de no evitar las fugas —lo que quedó en evidencia una vez más a finales de agosto de 2022, cuando Yamisleydis Viltres abandonó la delegación cubana en México— tampoco ha contribuido a mejorar los resultados a nivel internacional del conjunto femenino.