Aún no termina el primer mes de la temporada de las Grandes Ligas, pero podemos afirmar que las nuevas reglas que ha impuesto la oficina del comisionado están haciendo mejor al juego que tanto amamos. Hoy, además de debatir sobre el rendimiento de los cubanos en la Gran Carpa, también revisaremos algunas estadísticas generales que obtuvimos de los primeros 21 días de competencia.
Esta semana quiero detenerme en el inicio de Johan Oviedo. El capitalino, en 24,1 entradas, deja una efectividad de 2.22, con un WHIP de 1.15. Al mismo tiempo, suma 25 ponches y solo ha regalado ocho bases por bolas.
Pregúntale a Stathead quiénes han sido los lanzadores en la historia de los Piratas de Pittsburgh que lograron sumar al menos 24 innings en sus primeras cuatro aperturas de la temporada, dejando una efectividad por debajo de 2.30 con 25 ponches al menos y con no más de ocho bases por bolas. Entre los cinco que lo han conseguido aparece el cubano.
Cy Blanton (1935)
Bo Friend (1960)
Zach Duke (2005)
Gerrit Cole (2015)
Johan Oviedo (2023)
Aún es temprano, pero lo que es innegable es que está encontrando dominio. Por ejemplo, la tasa de ponches de Oviedo fue de 20,9% a 24,3% y la de rodados se mantuvo sobre la media (54,3% x 42,7%). La de bases por bolas la disminuyó de 11,9% a 7,8%. Por último, la de barrel (métrica que mide tanto la velocidad como el ángulo de salida de las conexiones de los bateadores) pasó de 6,2% a 3,7%. El promedio de la liga es 6,9%.
Algunos cambios en su repertorio que nos muestra el sitio Savant: La slider se ha convertido en el lance que más usa; bajó el uso de la recta de cuatro costuras, y ha prescindido más de la curva.
En resumen, lo esencial de Johan Oviedo es que está lanzando con más control, está golpeando más los bordes de la zona (45.3%) y también está generando su mejor tasa de swines fallidos (31,1%).
Finalmente, los modelos de location+ y de pitching+ lo ubican, con todo su repertorio, un escalón por encima del promedio (102). Sus herramientas, sin ser asombrosas, pueden dejar buenos resultados. Esperemos que mantenga la consistencia.
El inicio de temporada de Jorge Soler también ha sido muy bueno. Doce de los 16 hits (75%) que ha conectado "El Crudo" han sido extrabases (siete dobles y cinco jonrones). Eso se debe a que ha podido mantener la calidad de sus conexiones, posee la tercera mejor media de velocidad de salida (96,5 mph) y la séptima mejor tasa barrels (25%).
Sus percentiles actuales se parecen mucho a los de su temporada de 48 jonrones en 2019. Claro, el béisbol ha cambiado un poco desde entonces. Ya no existe la famosa bola de conejo que propició la era de cuadrangulares.
Hay dos cosas que Jorge Soler debe hacer para lograr otra gran temporada: una es mantenerse sano y la otra es fijar un mejor rendimiento contra lanzamientos rompientes, sin olvidar que es un demoledor de rectas.
La semana pasada hablamos sobre Aroldis Chapman y Yandy Díaz. En esta tenemos que volver a mencionarlos porque siguen trabajando con sus nuevos ajustes y siguen obteniendo resultados reveladores.
Yandy mantiene el enfoque de levantar más la bola y de generar menos rodados, eso se conjuga con la calidad de las conexiones que venía sumando anteriormente para aumentar la media de velocidad de salida y el porciento de barrels.
Desde mi punto de vista, esta es una de las métricas que más nos puede ayudar a predecir la temporada de un bateador. ¿Por qué Yandy Díaz no producía muchos jonrones? Porque no solo se trata de pegarle duro a la bola; también se debe obtener un buen ángulo de salida para que las conexiones salgan como líneas o flys. La tasa de barrels de Díaz fue de (4,8%) a (18,4%), pasando del lugar 107 entre los bateadores calificados en 2022 al séptimo en esta temporada. Yandy tiene seis cuadrangulares en tan solo 76 comparecencias; el año pasado logró nueve en 558.
Por su parte, Chapman sigue manteniendo la media de velocidad y la velocidad de giro de todos sus lanzamientos por encima de sus medias de 2022. El evaluador de pitcheos (Promedio de calidad del pitcheo) estima que el actual repertorio de Aroldis es el mejor que ha presentado desde 2019.
El holguinero genera un (5.04) lo cual se ubica por encima de la media de la liga en 2022 (4.41). De manera general, "Chappy" suma siete innings sin permitir anotaciones. En ese lapso solo ha dado dos bases por bolas y ha ponchado a 13 bateadores. Es decir, al 52% de los bateadores que ha enfrentado. Una barbaridad.
Como siempre decimos, estamos en el principio de temporada. No nos adelantemos a los acontecimientos para sacar conclusiones, aún resta un largo camino por recorrer. No obstante, siempre es bueno ir mirando las métricas de los jugadores, porque nos pueden indicar varias cosas; en algunos casos, predicen resultados futuros.
Por último, lo prometido es deuda. Acá dejo algunos cambios positivos que se han producido gracias a las nuevas reglas:
La media del ritmo de los juegos bajó de 3:03 a 2:37 (26 minutos)
Los intentos de robos de bases por juegos aumentaron de 0,51 a 0,71
El babip o promedio de bateo de bolas en juego subió un poco, aunque no como muchos esperaban (de .290 a .297)
La muestra no es grande, pero al menos la combinación de más acciones en menos tiempo nos está dejando muy satisfechos.
