Edson Arantes do Nascimento, conocido mundialmente como Pelé, falleció el jueves en Sao Paulo a los 82 años, después de sufrir complicaciones derivadas de un cáncer de colon.
Considerado como una de las mayores leyendas de la historia del fútbol junto a Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff, Diego Armando Maradona y Leo Messi, el delantero brasileño es uno de los goleadores más completos que se recuerdan: marcó 760 goles oficiales, 1.284 si se cuentan los partidos amistosos.
Asimismo, el brasileño es el único futbolista que tiene en su palmarés tres Mundiales, los conquistados en 1958, 1962 y 1970, recordó en su obituario la publicación especializada Mundo deportivo.
Nacido en Tres Coraçoes el 23 de octubre de 1940, Pelé empezó a escribir su leyenda con apenas 17 años, cuando condujo a la selección brasileña a su primer Mundial en Suecia en 1958. El delantero llegó lesionado a la cita, pero convirtió seis goles en cuatro partidos, para lograr el título.
En la siguiente Copa del Mundo, disputada en Chile en 1962, tuvo menos protagonismo en el éxito de su país y en Inglaterra 1966 el equipo cayó en la primera fase.
En su último Mundial, en México 1970, volvió alcanzar la gloria, siendo pieza fundamental del considerado mejor equipo de todos los tiempos, una constelación de estrellas que maravilló al mundo, integrada por Carlos Alberto, Jairzinho, Gérson, Tostao y Rivelino.
Con la selección de Brasil disputó 92 encuentros y sigue siendo el máximo goleador histórico de su país, con 77 goles, ocho más que su inmediato perseguidor, Neymar Jr.
Pelé debutó con el Santos antes cumplir los 16 años, meses después de que su descubridor, Waldemar de Brito, convenciera a su madre para que dejara su trabajo una fábrica de zapatos para hacer las maletas rumbo a Sao Paulo y hacer carrera en el mundo del fútbol.
Profesional entre 1956 y 1977, estuvo 18 años en el Santos y finalizó su trayectoria en el Cosmos de Nueva York, donde jugó tres temporadas. Con el club brasileño levantó seis Ligas, una Copa Libertadores y dos Copas Intercontinentales, una lograda ante el Benfica en 1962 y otra frente al Milán, en 1963.
Nunca jugó en Europa, a pesar de que varios de los mayores clubes del continente intentaron su fichaje, pero eso no le impidió alcanzar el estatus de leyenda indiscutible del fútbol mundial.
La FIFA, la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS, por sus siglas en inglés) y la revista France Football lo nombraron mejor futbolista del siglo XX, mientras que para la agencia Reuters y la revista especializada L’Equipe fue el mejor atleta del siglo.
Además, fue embajador de las Naciones Unidas y Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, así como ministro de Deportes de Brasil en 1994.
Hasta donde llegara el resentimiento estupido...ahora va a resultar que en Cuba te metian preso por mencionar a Pele...
QEPD. Fue mil veces más admirable que el puerco atorrante de Maradona.
EPD
El Gran Pele,recuerdo de muchacho mientras pateabamos un coco seco allá en los albergues de Siboney que todos queríamos ser como Pele al que solo conocíamos de “boca” porque eso de tener de ídolo a un deportista “capitalista” no cuadraba para nuestros parámetros de “Pioneros por el Comunismo Seremos como el Che”,pero,nosotros queríamos ser como Pele.La primera vez que supe de él por la prensa escrita fue en ocasión de su contrato con el Equipo Cosmo y tal vez algunos de ustedes si lo leyeron deben recordar que lo menos que le dijeron de forma despectiva fue “negro traidor” los Grandes Traidores diciéndole al Gran Pele Traidor Di’tú.Imagino al mequetrefe de Díaz-Canel Twitteando alguna condolencia al pueblo Brasileño por la partida del Ídolo Pele .Hoy en Cuba muchos más niños y jóvenes quieren Ser como Pele y no como el asqueroso de Ernesto Guevara porque no hay mejor Juez que el Tiempo.
Hasta la muerte de un deportista de talla mundial como era el rey Pele se utiliza para comentar estupideces...deberia haber algo de respeto...
Murió El Gran Pelé. Como jugó con equipos de USA el régimen nunca le dio “mucha bola”, como sí hizo con el drogadicto Maradona.