La cantante y compositora brasileña Gal Costa, una de las voces más importantes de la música en portugués y destacada representante del movimiento tropicalista, murió el miércoles en Sao Paulo a los 77 años de edad, informó su representante al diario O Globo.
Conocida popularmente como la Musa del Tropicalismo, la intérprete había pasado por una cirugía reciente para la extirpación de un nódulo en la nariz, lo que le hizo suspender la gira que le iba a llevar a Europa en las próximas semanas. No obstante, la causa de su deceso no fue informada.
Nacida el 26 de septiembre de 1945 en Salvador, capital del estado de Bahía, tuvo una extensa carrera musical de más de medio siglo, y aún se encontraba en activo.
Ganadora del Grammy Latino en 2011 por el conjunto de su obra, su repertorio atravesó distintas corrientes a lo largo de su trayectoria, desde la bossa nova hasta el samba, pasando por el rock.
Costa pertenece a una generación que sentó las bases de la música popular brasileña moderna, entre los que están además Gilberto Gil, Caetano Veloso, María Bethânia y la ya fallecida Elis Regina, entre otros.
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó la muerte de la intérprete, a quien definió como "una de las mayores cantantes del mundo".
"Gal Costa fue una de las mayores cantantes del mundo, una de nuestras principales artistas, y llevó el nombre y los sonidos de Brasil a todo el planeta", escribió el político en sus redes sociales.
"Su talento, técnica y osadía enriqueció y renovó nuestra cultura, animó y marcó la vida de millones de brasileños", añadió.
Admito que en esto coincido con Lula, Gal Costa fue una extraordinaria cantante, de timbre maravilloso y técnica impecable. De Brasil, mi intérprete favorita; la mejor de esa generación. El video ese es parte del concierto homenaje a otro grande de la música brasileña, el impulsor del bossa nova Antonio Carlos Jobim, en el que Gal interpretó sus canciones. De Desafinado a la samba de Piano Na Mangueira, Gal se mueve en esa escena con la gracia de una bahiana. Qué pena su muerte.