El futbolista profesional iraní Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en su país después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas, denunció el sindicato internacional de futbolistas FIFPRO.
"FIFPRO está conmocionada y asqueada", apuntó la institución a través de sus redes sociales, en una declaración en la que agregó: "Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo".
La Fédération Internationale des Associations de Footballeurs Professionnels, conocida como FIFPRO, es la organización que representa a nivel mundial a 65.000 futbolistas profesionales y está compuesta por 66 sindicatos nacionales de futbolistas.
A fines de noviembre, el régimen de Irán arrestó al futbolista Voria Ghafouri, acusado de haber "insultado y ensuciado la reputación del equipo nacional" y de hacer "propaganda" contra la República Islámica.
El futbolista de 35 años, originario de Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán iraní, publicó una foto en Instagram con el traje tradicional kurdo. El deportista ha apoyado públicamente las protestas desatadas por la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por la Policía de la moral, y que era oriunda de esa región del país.
Amir Nasr-Azadani tiene 26 años y jugó por última vez como defensa en el club Tractor, de la Persian Gulf Pro League, máxima categoría del fútbol profesional de Irán.
Amir Nasr-Azadani fue acusado por el régimen iraní de un delito denominado "moharebeh", es decir, "enemistad con Dios", lo que supone la ejecución en la horca, una pena que ya sufrieron el joven Mohsen Shekari y el luchador Majid Reza Rahnavard, ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas acusaciones que Amir Nasr-Azadani, todo tras un juicio sin garantías, reportó el medio independiente Iran Wire.
Según ese mismo reporte, la familia del futbolista "ha sido amenazada repetidamente por las fuerzas de seguridad de la República Islámica" para que no denunciaran que su familiar estaba detenido.
Solo uno de los internacionales iraníes que acudieron al Mundial de Qatar ha reaccionado ante las ejecuciones y las amenazas de ejecución, el portero Alireza Beiranvand, que pidió a través de su perfil de Instagram que las penas fuesen revocadas.
La subdirectora de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y Norte de África, Diana Eltahawy, declaró al respecto: "La horrible ejecución pública de Rahnavard expone al aparato judicial de Irán como lo que es: una herramienta de represión que envía a personas al patíbulo para difundir miedo y vengarse de manifestantes que se atreven a alzarse ante el 'status quo'".
"La ejecución arbitraria de Mayidreza Rahnavard menos de dos semanas después de su única vista judicial deja clara la extensión del asalto de las autoridades iraníes contra el derecho a la vida y su desprecio a incluso mantener una fachada de procedimientos judiciales significativos", lamentó.
Amnistía Internacional denunció que el "injusto" juicio contra Rahnavard consistió en una vista ante un tribunal en la ciudad de Mashhad, donde fue imputado por "enemistad contra Dios", que acarrea la pena de muerte, tras supuestamente matar a puñaladas a dos agentes de la fuerza Basij, paramilitares que tienen a su cargo una parte de la represión de las protestas que estallaron en ese país en septiembre.
Antes de la vista, los medios estatales iraníes publicaron videos del futbolista ofreciendo una supuesta confesión por lo sucedido, si bien la ONG internacional indicó que existen preocupaciones por posibles torturas para obtener las declaraciones que finalmente derivaron en su condena.
Mohammad Reza Pahleví fue el rey de Irán hasta 1979 cuando fue derrocado por el sanguinario Ayatolá Khomeini. Reza pidió comprar armas durante la administración de Jimmy Carter para luchar contra los oponentes musulmanes. Carter se negó a venderle armas a Reza y ya se sabe el resto de la historia. Carter es el responsable de todo lo que ha sucedido en Irán desde entonces: guerras, secuestro de estadounidenses, conflictos internacionales. Además Irán ha devenido fabricante de armas y está ayudando a Rusia en la sanguinaria e inhumana guerra contra Ucrania.