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Deporte

Lázaro Bruzón, el niño cubano que tropezó con un tablero de ajedrez 

'En Cuba ya había tocado el techo, el camino que venía era hacia abajo', dice Bruzón en entrevista con DIARIO DE CUBA. 

Madrid
El Gran Maestro cubano Lázaro Bruzón. DDC TV
El ajedrecista cubano Lázaro Bruzón.
El ajedrecista cubano Lázaro Bruzón.

El ajedrecista cubano Lázaro Bruzón, Gran Maestro Internacional, no tiene amuletos ni sigue rituales antes de empezar una partida, una práctica que explicaría, para los supersticiosos, su armónica manera de ganarle a su oponente. "No soy supersticioso y no hago nada especial antes de una partida. Siempre existe presión y nerviosismo, aunque cada vez menos porque con los años y después de tantas partidas desarrollas mecanismos. Las mismas derrotas te hacen entender que perder es parte del deporte", dice en entrevista con DIARIO DE CUBA

El dos veces campeón continental americano y ex campeón mundial juvenil, creció en un pueblo periférico en Las Tunas y el ajedrez llegó a su vida de la mano de un vecino. 

"Mi caso es atípico porque nadie en mi familia jugaba ajedrez, no sabían los movimientos básicos. Yo me crie en Las Tunas, en un reparto en donde no había nada de ese deporte. Por casualidades de la vida, un vecino se mudó cerca de mi casa y sacó un juego de ajedrez. Así es como empecé".

El ajedrecista cuenta que nunca tuvo un plan B, cuando empezó a jugar decidió que tenía que ganarse la vida en los tableros. "Desde que aprendí los primeros movimientos me atrapó el ajedrez y no dejé de jugarlo".

Si tuviera que elegir a un ajedrecista para jugar su última partida elegiría al cubano José Raúl Capablanca y, de entre los vivos, al ruso Garri Kaspárov. "Lo he tenido cerca varias veces mientras estaba en activo, pero no tuve la oportunidad de jugar con él".

De su formación, Bruzón recuerda que cuando empezó en el ajedrez no existía la tecnología de hoy. "Me formé como ajedrecista al estilo antiguo, leyendo muchos libros, e hice un estudio de los clásicos del ajedrez, entre ellos Capablanca".

"También tuve la suerte de interactuar, desde muy joven, con grandes del ajedrez en Cuba, Jesús Nogueiras, Walter Arencibia y Reynaldo Vera. Todo esto influenció mi forma de jugar". 

Bruzón, quien radica hace años en EEUU, dice tener menos tiempo libre cada año. "Tengo muchos proyectos y ambiciones a las que le dedico mucho tiempo. Desde que radico en EEUU, comencé a estudiar la carrera de Finanzas; me gusta mucho leer sobre los temas que más me interesan y sigo todo lo que pasa en el mundo del ajedrez. También imparto clases".

Sobre su salida de Cuba, el ajedrecista cuenta que nunca pensó irse. "Viajé muchísimo, pasaba bastante tiempo en Venezuela, pero llegó un momento en el que sentía muchas limitaciones. Sentí que había llegado a todo lo que podía llegar y tenía dificultades para prosperar en cosas que me interesaban además del ajedrez. Gastaba mucho tiempo en cosas que no me dejaban ocuparme en lo que de verdad me importaba. Pasé mucho tiempo con insatisfacción y no lograba identificar de donde venía hasta que me di cuenta de que yo quería hacer cosas que en Cuba no podía", cuenta Bruzón.

"Me ofrecieron una beca en una universidad de EEUU para representarla en el ajedrez y me dieron la oportunidad de venir con mi familia. En Cuba ya había tocado el techo, el camino que venía era hacia abajo".

El ajedrecista dice haber disfrutado viendo la popular serie de Netflix The Queen's Gambit. "Aprecié mucho el enfoque que se le dio al ajedrez real, yo he visto algunas películas en las que ponen situaciones del ajedrez en el tablero que son imposibles. Después me enteré de que Garri Kaspárov asesoró la serie".

Entre talento y la disciplina, el ajedrecista se queda con la segunda, aunque reconoce que lo ideal es tener las dos. "Es bueno tenerlo todo, pero si hay que elegir, la disciplina vale mucho más que cualquier condición natural, así es para el ajedrez y la vida", concluye. 

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2 comentarios

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Profile picture for user JCAleman

Grande Bruzon, un ajedrecista que durante mas de una decada estuvo en la elite y tal vez no llego aun mas lejos por las propias limitaciones y ataduras del campo de concentracion donde crecio, bajo el latigo del cartel de Punto Cero que usa a sus atletas como bocinas de su propaganda y luego cuando les han dejado de traer medallas y dolares, los desecha.

Bruzon tendra una vejez digna y su familia podra lograr todo lo que se proponga en libertad

Profile picture for user Amadeus

Lázaro Bruzón ya tiene un lugar honorable en la historia del ajedrez en Cuba junto a Calablanca. . Sin dudas.