Back to top
Canotaje

Los atletas que quieran irse lo harán 'de alguna u otra manera', dice un subcampeón olímpico cubano

A Ledys Frank Balceiro, primer medallista olímpico del canotaje cubano, una mala decisión de las autoridades deportivas pudo haberlo alejado del deporte.

Matanzas
Ledys Frank Balceiro (detrás) junto a Ibrahim Rojas.
Ledys Frank Balceiro (detrás) junto a Ibrahim Rojas. Reuters

El subcampeón olímpico y campeón mundial cubano de canotaje Ledys Frank Balceiro criticó que las autoridades deportivas de la Isla frustren la participación de atletas en eventos internacionales por miedo a que abandonen las delegaciones, durante una entrevista concedida al periódico estatal Trabajadores. El artículo fue publicado el mismo día que la página de Facebook del SSL Team Cuba anunciara que los jóvenes veleristas Iris Laura Manso y Carlos Miguel Expósito habían decidido partir a Estados Unidos y no integrarían el equipo cubano que intervendrá en la Copa Mundial de Star Sailor League, en Suiza, en junio próximo

Balceiro, quien en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 alcanzó la presea de plata y se convirtió en el primer canoista cubano que obtenía una medalla olímpica, aseguró que la canoa no fue su primera opción cuando se inició en el deporte.

"Al principio lo que quería era kayak. Pero lo único que quedaba era canoa y ahí fueron mis primeros pasos en octubre de 1987. Por suerte siempre tuve el apoyo de mi familia. Por mi constitución física y estado de ánimo muy intranquilo ellos sabían que así podía gastar las energías".

"No me llamaba tanto la atención la canoa porque la veía un poco incómoda, pues era arrodillado y el kayak, sentado.  Sin embargo, desde que empecé, entre tantos muchachos, fui de los pocos que no se volteaban, ni caían".

El atleta tuvo una evolución rápida que lo llevó a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE), luego a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) de su provincia y a dar el salto hasta la selección nacional juvenil

Su primer resultado relevante a nivel internacional fue la medalla de oro en C1 a 1000 metros de los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, que resultó una sorpresa y lo dio a conocer.

"Eso me convirtió en el Balceiro que todos conocen y me dio a conocer aquí en Cuba. Fue mi primer gran logro deportivo", recuerda.

Su siguiente meta, aunque difícil, eran los Juegos Olímpicos de Atlanta en 19996, pero, aunque clasificó para el evento durante el torneo preolímpico realizado en la propia sede de las olimpiadas, no asistió a la cita estival. 

No fue una lesión la que lo privó de acudir a esos Juegos Olímpicos, sino la decisión de las autoridades deportivas cubanas que lo clasificaron como "posible emigrante".

"Justo antes de salir, se dijo que no podíamos participar, porque era un deporte sin resultados en este tipo de eventos y podíamos ser todos posibles emigrantes", cuenta el ex canoista, quien nunca sabrá que resultados pudo haber alcanzado aquel torneo y a quien la decepción casi saca de los entrenamientos.

"A las personas que tomaron esa determinación, les diría que cada quien es responsable por sus actos y si van a irse, lo harán de alguna u otra manera, no tiene que ser precisamente en un evento deportivo, lo pueden hacer después por sus propios medios. Hay que darles siempre la posibilidad a los atletas de elegir lo que quieren en sus vidas y no tomar la decisión por ellos. No hay necesidad de negarles la posibilidad de participar… y más que nosotros habíamos ido a la clasificatoria y si nos íbamos a quedar lo pudimos haber hecho allí, no tenía que ser en los Juegos Olímpicos, donde todo el mundo va con el deseo de competir y tener un resultado.  ¿Cómo vamos a tronchar eso?".

El deseo de marcar una nueva era en la canoa y la buena forma en que se encontraban tanto él como su compañero Ibrahim Rojas, también privado de competir en Atlanta, hicieron que continuaran entrenando.

Antes de asistir a las olimpiadas australianas, Balceiro obtuvo la medalla de bronce en los 1000 metros, en la Copa del Mundo de Hungría. En 2002, ganó dos títulos (C2-200 m y C2-500 m) y un subtítulo (C2-1000 m), compitiendo junto a Rojas en el Mundial de Sevilla. Dos años más tarde, en las Olimpiadas de Atenas 2004, el binomio cubano alcanzó un metal plateado en el C2 a 500 metros.

Irónicamente, Balceiro, privado de participar en unas olimpiadas por la sospecha de que podía emigrar, continúa en Cuba, donde trabaja como entrenador de la categoría 13-15 años.

La realidad demuestra que los directivos del deporte cubano no pueden predecir qué atletas desertarán y cuáles regresarán al país tras una competencia internacional, algo que quedó evidenciado con las 12 fugas que sufrió el equipo cubano de béisbol que asistió al Mundial Sub-23 de México y fue conformado atendiendo al "patriotismo" de los atletas, según el manager Eriel Sánchez.

Los recientes abandonos de delegaciones protagonizados por el boxeador Kevin Brown y el saltador de longitud Lester Lescay ponen de manifiesto que ni el castigo de prohibir a los deportistas entrar a su tierra natal en ocho años puede frenar las fugas

La del piragüista y campeón olímpico en Tokio 2020 Fernando Dayán Jorge en febrero, de una delegación con la que iba a realizar un entrenamiento en México, evidenció que tampoco las prebendas, como autos, bastan para detener el salidero de deportistas. Dayán Jorge había sido uno de los atletas cubanos premiados con vehículos por el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) a finales de 2021.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.