El campeonato cubano de béisbol cumplió este domingo su jornada 43 de las 75 pactadas en el calendario clasificatorio y, mientras los equipos alternan los lugares en la tabla de posiciones, sigue mandando una ofensiva fraudulenta. La calidad de los lanzadores está tan diseminada que apenas se nota.
Esta semana todos los termómetros ofensivos explotaron. Con el quinto supernocaut de la campaña, acontecido este domingo (Granma derrotó a Cienfuegos 15-0), la media de bateo subió hasta los 293 Ave, con más de un tercio de los equipos por encima de la marca de 300. Los lanzadores están sufriendo más que nunca, al embasar 1.67 bateadores por entrada y exhibir un promedio de carreras limpias por juego completo de 5.09.
Los Huracanes de Mayabeque se han mantenido en la primera posición a golpe de batazos, con un average colectivo de 313, seguidos de los otros tres equipos que más batean en el torneo, echando por tierra las teorías de que las escuadras con mejores serpentineros en su staff son las que dominan en una temporada.
Bajo esos truenos y con la ausencia de pitchers dominantes, cualquier cosa puede pasar en esta fase de la competencia, donde la paridad de los equipos participantes es la motivación fundamental que tienen los aficionados para llenar estadios, entre críticas y añoranza de épocas pasadas.
Tal es la congestión que presenta la tabla de posiciones que, abrazado a Mayabeque está Sancti Spíritus (27-16); Ciego de Ávila (26-17) se encuentra a solo un juego de diferencia, Granma y Santiago de Cuba (25-18) a dos puntos del primer lugar, y Las Tunas (22-18) a tres y medio.
Peleando por uno de las ocho plazas disponibles para los playoffs hay otros siete equipos a estas alturas de la serie: Matanzas (22-21), e Industriales y Villa Clara (21-21) cerrando la zona de confort, seguidos por Pinar del Río e Isla de la Juventud (21-22) a solo medio juego de ellos; Holguín (20-23), a 1.5 de diferencia, y Camagüey (19-24) a 2.5.
Con respecto a los líderes individuales, sorprende el ambidextro Rafael Fonseca con 404 Ave, un pelotero desechado en la capital que está haciendo carrera en Mayabeque. En los cuadrangulares, manda el joven guantanamero Pedro Pablo Revilla, con 13, uno de los pocos sluggers que va quedando en la Isla por estos tiempos; y en las impulsadas se mantiene el espirituano Yunier Mendoza, con 42, un veterano que siempre ha rendido a lo largo de sus 23 campañas nacionales y jamás ha sido convocado a un equipo nacional.
Otro que ha destacado con el madero en ristre es el tunero Rafael Viñales, quien fuera ganador del derby de los jonrones en el pasado Juego de las Estrellas, primero en OPS con 1.222, segundo en bambinazos (12) y en veces que más impulsa el empate o la ventaja (11), y tercero en bateo (398 Ave).
Desde el montículo de los sufrimientos, el matancero Yoanni Yera es líder en promedio de carreras limpias (1.74) y ponches propinados (63), pero próximamente abandonará su equipo para ir a cumplir un contrato profesional a la Liga Mexicana.
Los que más han ganado, con siete éxitos cada uno, son Hermes Ortega (CFG) y Pedro Álvarez (SSP), este último reverdeciendo laureles en la capital después de llegar de su Sancti Spíritus natal, donde parecía que estaba en la fase final de su carrera a pesar de su juventud.
A partir de este martes se comenzarán a jugar las decimoctavas subseries particulares de esta Serie Nacional número 61, y los duelos más interesantes serán el de Las Tunas y Matanzas, en tierra de estos últimos, y el de Santiago de Cuba e Industriales, en el parque Latinoamericano, un clásico de la pelota cubana que ha perdido sus bríos con el paso del tiempo y con el deterioro continúo de ese deporte en la Isla.