La delegación cubana que asistió a los decimosextos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, apenas alcanzó seis preseas y no logró el objetivo trazado por los dirigentes deportivos de finalizar entre las 20 primeras naciones en el medallero final por países, al concluir en el puesto 35.
Cuatro metales de oro, uno de plata y otro de bronce, fue todo lo que pudieron lograr los 16 paratletas. Esta ha sido la delegación cubana más pequeña en estos eventos desde Sidney 2000, donde con diez representantes Cuba logró un par de medallas más.
Este es el menor número de medallas alcanzado por la Isla en toda su historia paralímpica desde su debut en Barcelona 1992, aunque no es su peor ubicación. En la cita estival de Atenas 2004, la delegación cubana finalizó en el puesto 43, con solo un par de preseas áureas, aunque en esa oportunidad más atletas subieron más veces al podio de premiaciones gracias a dos medallas de plata y siete de bronce.
Los antillanos se habían ubicado entre las 20 primeras naciones en las dos últimas ediciones de los Juegos Paralímpicos, pero el desarrollo alcanzado por el movimiento deportivo de personas con discapacidad en el mundo, y el retroceso del deporte en la Isla producto de su permanente crisis económica, dieron al traste con el pronóstico de los especialistas.
La gran estrella de la delegación cubana fue, una vez más, la velocista Omara Durand. La atleta, que no tiene rivales en el mundo en la categoría de débiles visuales profundos y no ha perdido una carrera en toda una década, le aportó a Cuba tres metales dorados.
La "Reina de las pistas" dominó con facilidad las tres disciplinas en las que compitió (100, 200, y 400 metros planos) e implantó récord mundial en el doble hectómetro para cerrar la actuación de la mayor de las Antillas en estos juegos.
La otra medalla de oro de la delegación la obtuvo Robiel Yankiel Sol en el salto largo. El muchacho de solo 18 años y sin palmarés internacional, con el que nadie contaba, dio el salto de su vida para protagonizar la mayor sorpresa de estos juegos para Cuba.
Mientras en la Isla los aficionados lamentan la caída en el medallero general, Latinoamérica logró su mejor actuación en Juegos Paralímpicos. Nueve países subieron al podio por primera vez en la historia y cinco de ellos tuvieron el privilegio de contar con atletas que rompieron récords mundiales en sus respectivas pruebas.