Cuando a mediados de la semana pasada el vicepresidente estatal INDER, Ariel Sainz, hizo declaraciones a la emisora oficial Radio Rebelde sobre la posibilidad de convocar para el equipo nacional a peloteros cubanos que juegan en otras ligas y que no están contratados por la Federación Cubana, ya estaba claro que la cosa no sería como pensaron los aficionados.
Si bien el directivo expresó: "se estudian algunos casos puntuales para reforzar alguna que otra posición", acotó que la prioridad eran los que juegan en Cuba y los atletas contratados bajo el auspicio de INDER, entidad que rige el deporte en el país.
"Esto lo queremos llevar con un estricto control y que se potencie a los que juegan aquí", recalcó más adelante.
Dos días después, en conferencia de prensa en el estadio Latinoamericano de la Habana, Ernesto Reinoso, Comisionado Nacional de Béisbol, dio a conocer los nombres de los 38 preseleccionados que pujarán por un puesto dentro del equipo que a finales del mes de mayo viajará a Florida, Estados Unidos, para buscar su boleto olímpico.
En el listado solo había tres peloteros que no residen en Cuba pero que ya habían jugado la Serie Nacional (Erisbel Arruebarrera, Yadir Drake, y Yadil Mujica), y ni un solo nombre de los tantos que por estos días estaban en boca de los aficionados, al declarar varios de ellos en las redes sociales su voluntad de acudir a una eventual convocatoria.
Ante la gran expectativa que esto había creado y las preguntas de los periodistas presentes, Reinoso se limitó a decir que "continuaban las conversaciones", pero lo cierto es que cada día está más lejos la inclusión de estos atletas en el equipo Cuba y, por tanto, la presencia del país en la cita estival de Tokio.
Los directivos cubanos del béisbol han demorado una eternidad en contactar a la mayoría de los peloteros, luego de pasarlos por un "filtro" en un largo proceso de análisis individual, en el cual pesaron más las actitudes políticas que las habilidades deportivas.
Se ha podido conocer que algunos de los posibles contratados no fueron liberados por los equipos en los cuales juegan en ligas en el extranjero, producto de la tardanza de las autoridades deportivas cubanas. Tal es el caso del veterano lanzador zurdo Raúl Valdés (quien estará con Republica Dominicana en el evento), de Félix Pérez, y del tunero Henry Urrutia, uno de los primeros en gritar a los cuatro vientos que estaba dispuesto a representar a su país.
De los otros que han expresado su voluntad de asistir al preolímpico de Florida, se sabe bien poco. Nombres como Alexander Guerrero, Dayán Viciedo y Leonys Martín, entre otros, se han manejado por los pasillos de la Comisión Nacional, e incluso se ha especulado con la presencia del slugger Yoenis Céspedes, de visita por estos días en La Habana.
Una vez más, la pereza y la política conspiran contra la conformación de un equipo Cuba unificado, y cuando solo restan unos 40 días para el inicio del torneo, se puede vaticinar que el equipo de las cuatro letras comenzará cada partido con varias carreras debajo en el marcador.