El gimnasta cubano Manrique Larduet volvió a mostrar su inconformidad respecto a la destitución de su entrenador Carlos Rafael Gil Hernández, por lo que afirmó que las cosas no andan bien con su preparación de cara a los Juegos Olímpicos del Tokio 2020, que serán celebrados en 2021 por la pandemia.
"Llevo varios días que no puedo ni dormir. Pero tristemente y hasta penosamente tengo que decirles que las cosas no andan nada bien con mi preparación olímpica", escribió el gimnasta en sus redes sociales.
"Es difícil que mi carrera este en juego por personas que nunca en la vida me han visto ni entrenar. Eso lo considero una falta de respeto. Gente que no saben lo que significa para mi ir todos los días a entrenar a pesar de todas las dificultades que existen. Ni respetan lo que significa para un atleta representar a su país, su deporte... ¡Que difícil!", agregó Larduet.
El gimnasta más destacado del país en la actualidad también afirmó que le "duele y choca ver como los atletas del mundo se preparan con toda la tranquilidad con vista a los Juegos Olímpicos" mientras él se encuentra "en el aire, como si nada".
"Aún tengo la fe de que alguien me escuche y me entienda, porque no puedo entender como todo el mundo acá está de acuerdo con las injusticias que están pasando conmigo y mi entrenador. Realmente no se dan cuenta que los que estamos saliendo afectado somos los que amamos el deporte", finalizó.
La expulsión de Gil Hernández y su esposa Yareimi Vázquez, quienes se desempeñaban como entrenadores de los equipos nacionales de gimnástica, ocurrió en 2019 luego de que ambos reclamaran por el presupuesto que destina el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) para ese deporte.
En los comentarios a la publicación del gimnasta su exentrenador afirmó tener "documentos probatorios" que demuestran que las sanciones contra ambos fueron injustas.
Larduet pidió a finales de octubre el regreso de Gil Hernández en una carta abierta: "Aunque no parezca me he sentido mal, es difícil entrenar sin tu presencia... Sí, es verdad, puedo entrenar con cualquier entrenador, porque para mí todos merecen mis respetos; pero la relación, la amistad, la hermandad, los lazos de sangre, la unión, eso que hace de un binomio cuadrado perfecto, eso sí no se logra con cualquiera".
"Nosotros sabemos lo que es fajarnos, dejarnos de hablar tres días, tres meses, un año, pero también sabemos lo que es disfrutar un triunfo, llorar los dos una derrota, sufrirla, y sin embargo sé que tú la sufres más, por los problemas que después te caen arriba como entrenador", expuso.
Manrique Larduet, quien se clasificó para las próximas Olimpiadas tras recuperarse de operaciones en ambas muñecas en tiempo record es una de las mayores esperanzas de Cuba de cara a la cita olímpica, y podría representar la primera medalla de la gimnasia cubana en ese tipo de certámenes.