Cuando aún se discutían las últimas medallas de los Juegos Panamericanos, arrancó la Serie Nacional de Béisbol por la puerta de servicio, sin la cobertura mediática de otras ediciones y ensombrecida por la decepcionante actuación del equipo cubano en Lima, relegado a un sexto lugar, algo nunca visto en los últimos 60 años.
El regreso de más de 30 peloteros que en su momento abandonaron el país, incluyendo un par de exjugadores de las Grandes Ligas, se ha visto opacado por el fiasco y por la indignación de los aficionados al ver a los directivos aferrados a sus cargos, sin dar explicaciones por lo sucedido, ajenos a la debacle y al pedido casi unánime de sustituciones.
Con todos los juegos pactados a las 2:00PM, en medio de un calor infernal y sensación térmica de unos 40 grados Celsius, el pasado sábado se dio la voz de play ball en ocho parques de la Isla y ya se cumplieron las primeras subseries particulares.
Dos equipos salieron airosos en sus tres compromisos: los Toros camagüeyanos, bajo el mando del ilustre veterano Miguel Borroto, y las Avispas de Santiago de Cuba, una franquicia que puja por regresar a los planos altos del deporte.
Borroto, uno de los iconos del béisbol cubano, con más de 35 años de experiencia, regresó después de más de diez de ausencia y de un periplo que lo llevó a dirigir conjuntos de máximo nivel en Italia y a formar parte del club mexicano Piratas de Campeche, donde seleccionaba a jóvenes figuras.
Su retorno ha motivado a sus huestes, que barrieron a los Huracanes de Mayabeque aun sin contar en sus filas —por trámites burocráticos— con el expelotero de las Mayores Leslie Anderson.
Los santiagueros, por su parte, destrozaron el picheo de los Indios guantanameros, y en su pase de escoba les propinaron un supernocaut 15-0 en cinco entradas y otro fuera de combate en siete episodios 10-0.
Los orientales, dirigidos por segundo año consecutivo por Eriberto Rosales, bicampeón con los muchachos del sub-23 hace dos temporadas, pudieran dar el salto este año, a pesar de la perdida de Sergio Barthelemy, uno de sus principales exponentes, quien hace unos días abandonó el país en busca de una carrera profesional.
No obstante los agravantes y la baja calidad que exhibe la Serie Nacional cubana, cada día más desangrada por las fugas de sus talentos y necesitada de empujes económicos, el béisbol sigue siendo el pasatiempo más seguido por la mayoría de los habitantes de la Isla, que entre críticas y desaliento continúan atentos a todo lo que sucede sobre la grama de los estadios.
En otros resultados, los Vegueros de Pinar del Río, motivados por el regreso de Alfonso Urquiola, vencieron 2-1 a los Alazanes de Granma; los Industriales de Rey Vicente Anglada dispusieron de sus verdugos históricos avileños; los Piratas de la Isla emboscaron en su patio a los Cocodrilos de Matanzas; los Elefantes cienfuegueros aplastaron a los Cazadores de Artemisa; los Gallos espirituanos le ganaron dos veces en extra inning a los Cachorros de Holguín, y el actual campeón nacional se llevó la serie ante los Naranjas de Villa Clara.