El atletismo cubano ya sobrepasó las expectativas para los Panamericanos de Lima, pues tras dos sorpresas en el heptalón y el salto con garrocha, redondeó cuatro metales dorados. Esta vez, y aunque fuera la mismísima Yarisley Silva quien representaba a Cuba en la garrocha, pocos podían darla como favorita cuando la pinareña había tenido una temporada tan irregular en las grandes competencias.
No parecía un buen año, pero Silva es de raza. Cuando se quedaba sin opciones, tras fallar dos veces en la altura de 4,70 metros, en su último chance y para intimidar a la norteamericana Kathryn Nageotte la cubana subió la varilla hasta 4,75 y los saltó con total limpieza. Silva, creyente, agradecería a Dios por el resultado. Creo que muchos vimos el milagro, aunque más su carácter.
La segunda rareza del campo y pista este jueves parecía una realidad cercana desde la jornada anterior, cuando la jovencita Adriana Rodríguez terminaba el primer día del heptalón en el segundo puesto.
Rodríguez se superó a sí misma en las pruebas de 100 metros con vallas, 200 metros planos y salto de longitud, para acumular 6.113 puntos, lo mejor de su carrera. Luego de la salida imprevista de la más ranqueada Yorgelis Rodríguez, su coequipera tomó las riendas y dejó en plata a la norteamericana Annie Kunz, que encabezaba la lid. Con ello mantiene Adriana el título panamericano de la Isla en el heptalón, pues Yorgelis lo había conseguido en Toronto hace cuatro años.
Otro oro sensacional fue el del equipo de espada masculino. El gran salto sucedió en la semifinal ante un equipo venezolano que contaba con los hermanos Limardo. Los cubanos fueron muy cuidadosos frente a unos rivales que les superaban en maestría, y el pleito no pudo terminar más cerrado, 43-42.
Con los venezolanos en la cuneta, los espadachines sabían que el oro estaba muy cerca ante los argentinos. El 44-33 final para los isleños corroboró la superioridad. Gran demostración de la esgrima, que vuelve a lo más alto del podio.
La cuarta medalla de oro era la más cantada de los Panamericanos de Lima 2019. Mijaín López no tenía rival en su peso de 130kg. Cuando le tocó enfrentar en la final al venezolano Moisés Pérez fue cuestión de acomodarse una en el asiento, y el pinareño marcar puntos por un pase atrás. Lo intentó Pérez de todas las maneras posibles, pero era imposible. Mijaín se coronó así por quinta ocasión consecutiva en la lucha continental.
La última dorada de la jornada salió de las aguas del Albufera Medio Mundo, luego que la dupla femenina de Aimé Hernández y Yariulvis Cobas ganaran la regata de remos cortos. Antes, los hombres, en la misma especialidad, habían quedado segundos tras el dúo de argentinos. El remo le dio otra plateada a Cuba, con la cuarteta masculina.
El judo fue otro deporte que comenzó arriba en Lima, aunque no hubo títulos en las tres divisiones que se presentaron los cubanos. Vanesa Godínez, de solo 20 años, tuvo una semifinal peleada, decidida en regla de oro, ante la argentina y campeona olímpica Paula Pareto. Era el escollo más difícil, pero según la propia Godínez, no seguir el plan táctico en la final contra la dominicana Estefanía Soriano le costó el título.
La lucha femenina también otorgó otro metal plateado, al ceder Yusnelys Guzmán ante la norteamericana Whitney Conder en los 50kg. Mientras, Lianna Montero liquidaba rápido a la peruana Justina Benítez, en los 53kg, para colgarse el bronce.
Unas que buscarán el boleto a la discusión del título este viernes serán las chicas del polo acuático, tras clasificarse a semifinales en un duelo bastante fácil contra las boricuas. La escuadra masculina de hockey sobre césped terminó finalmente quinta tras golear a Perú siete a cero.
A falta de tres jornadas competitivas para el cierre de los Panamericanos, la Isla marcha en el quinto escaño (23-17-20), con poco más de la mitad de las medallas doradas que prevé conseguir en Lima (44, según los hacedores de cálculos del INDER). Está tocando el podio, a solo tres oros de Canadá y cuatro de México, y se propone escalar la cima con lo pendiente del atletismo, el judo, la lucha y el remo.
Mientras, Estados Unidos y Brasil, con 82 y 35 oros, respectivamente, los miran a todos por el retrovisor.