La preselección cubana de béisbol que se prepara para próximos eventos —entre ellos los Juegos Panamericanos y el Premier 12, que dará un boleto olímpico a los países de América—, ya cumple su segunda semana de preparación en el estadio Latinoamericano, en medio de críticas y contradicciones.
Más de 60 atletas conviven en una preparación sin saber a ciencia cierta su objetivo real, dada la lejanía de los eventos y la imposibilidad de mantener una forma deportiva a tope durante un tiempo tan prolongado.
Dentro de unos días, solo 25 de ellos partirán a un entrenamiento en la altura mexicana, en franca cita nostálgica de décadas pasadas, cuando los potentes equipos cubanos pasaban por allí y luego arrasaban a párvulos o amateurs en campeonatos internacionales.
La fragmentación de los preseleccionados es un privilegio para algunos y podría traer problemas en el grupo. Sin embargo, el nuevo jefe técnico de la Comisión Nacional de Béisbol, Ricardo Erizmendiz, declaró a los medios oficiales:
"El otro grupo que se queda se mantiene en la preparación aquí en Cuba. Con ellos tenemos otro tipo de plan. No creo que eso cree ninguna desunión. Nosotros tenemos que preparar mentalmente a los atletas y que comprendan que todos son elegibles".
Por otra parte, uno de los preparadores físicos, Víctor Figueroa, escandalizó hace unos días a los aficionados al admitir las deficiencias de los peloteros cubanos:
"…nuestro objetivo principal es que nuestros peloteros aprendan a jugar el béisbol y puedan desarrollarse con mayor facilidad. Ya sea en la parte de anticipación de jugadas, en la comunicación y la orientación en el terreno, tan necesarias en un partido de pelota. Todas esas pequeñas cosas han hecho mella en nuestros equipos, el llamado oficio. Dominar esto les facilita responder con mayor exactitud frente a una acción de juego que puede definir una victoria".
Más adelante, ante las dudas sobre la forma física de los atletas para las dos competencias más importantes, en julio y noviembre, declaró:
"No podemos decirte que la forma deportiva se perderá porque antes tendrán que incorporarse a la Serie Nacional. Tomaremos las medidas pertinentes, daremos indicaciones metodológicas a las provincias para que esto pueda funcionar de una mejor forma".
Breve optimismo
El optimismo por la designación del mentor Rey Vicente Anglada ha durado poco. Los aficionados han comprendido que mientras sean los mismos quienes rigen el deporte en la Isla, y sigan diseñando idénticos sistemas de entrenamiento, los resultados serán, lógicamente, los mismos.
Para colmo, haciendo caso omiso a las críticas por haber jugado unos partidos amistosos con una selección de El Salvador, ahora los directivos han invitado al equipo de Perú, una selección con muy bajo nivel competitivo.
Jesús Barroso, director de la Serie Nacional y encargado por la Comisión Nacional para atender a los visitantes y diseñarles un plan de entrenamiento en la Isla, no ve en esa confrontación problema alguno y así lo hizo saber ante la preocupación de la prensa:
"No debe haber preocupaciones al respecto. Realmente todo esto es parte de una sesión de entrenamiento. No es un tope medidor ni mucho menos. Nuestra selección está en una etapa de preparación y los jugadores están ahora mismo dentro de un volumen importante de carga. Tenemos que ver el juego como una actividad más dentro de su preparación".
Mientras la historia se repite en el terreno de juego, el máximo directivo de la Federación Cubana de Béisbol, Higinio Vélez, terminó con las interrogantes respecto al listado con los prospectos menores de 25 años que se entregó a los directivos de las Grandes Ligas (MLB), al declarar hace solo unas horas que es totalmente confidencial y de ninguna manera se filtrará a la prensa las propuestas de contrato, manteniendo así su postura de total secretismo sobre las cosas del deporte nacional.
Todo sigue igual en la grama y en las oficinas. Evasivas y verborrea, silencios… y miedo.