El director de los vigentes campeones de la Serie Nacional, Leñadores de Las Tunas, y timonel de la escuadra que alcanzó el segundo lugar en la última edición de la Serie del Caribe de Béisbol, Pablo Civil, le ha vuelto a echar leña al fuego de las polémicas en una reciente entrevista concedida a un medio oficial de la Isla.
Civil habló después de quedar fuera del colectivo de dirección del equipo nacional que ya se prepara para los eventos deportivos de este año.
"Teniendo en cuenta mis resultados y mi trayectoria considero que sí, que debería estar en funciones de director en cualquier equipo Cuba para los eventos de este año. Pienso que se me debería tener más en cuenta y deberían haberme llamado para la preselección. Nadie lo hizo y la Comisión (Nacional de Béisbol) no se ha pronunciado al respecto", declaró al sitio oficial en internet Cubadebate.
Después de varios días de silencio, reacio a dar declaraciones a la prensa, el estratega reconoció públicamente que dejó perder a su equipo en los últimos desafíos de la etapa clasificatoria del campeonato nacional cubano para quitarse de encima al capitalino Industriales, necesitado de una victoria de Las Tunas para lograr su pase a los Play Off.
"Fui criticado, incluso aquí, en Las Tunas, porque todo el mundo quiere ganarle a Industriales que es el equipo 'insigne', pero nosotros lo que queríamos era el campeonato", confesó.
"Nosotros fuimos el primer equipo en clasificar, desde ese momento nos trazamos una estrategia de dirección. El objetivo era ganar el campeonato y lo logramos. El comandante en jefe Fidel Castro nos enseñó siempre a utilizar estrategias para poder ganar las batallas y así lo hicimos. La estrategia fue positiva", concluyó.
Las declaraciones han despertado un avispero de comentarios en las redes sociales. Conservadores, eruditos, directivos, viejos comunistas y, por supuesto, aficionados industrialistas han arremetido contra Civil enarbolando las banderas de la ética y el juego limpio, olvidadas por el director para lograr sus objetivos.
En medio del regocijo por la designación de Rey Vicente Anglada al frente del equipo nacional, los capitalinos han encontrado una rendija abierta por la que descargar su ira y comienzan a hablar de acciones legales contra el director de Las Tunas.
Pablo Civil, herido en su orgullo, decidió también hacer público uno de los secretos bien guardados por los máximos jefes del deporte en el país, al reconocer que el preparador físico de los Leñadores, Edecio Pérez, artífice de la excelente forma deportiva de sus pupilos en el torneo nacional, había quedado fuera por órdenes de "arriba".
"Era imposible incluirlo en el equipo, la Comisión Nacional de Béisbol nos limitó con respecto a eso. Nos informaron que el jefe técnico (Leonardo Goire) era el que iba a ocupar ese puesto", dijo confirmando lo que era un secreto a voces.
Lo cierto es que la guerra "Civil" de Pablo no solo dejó tendidas en el campo de batalla las aspiraciones industrialistas y desnudó algunos de los planes ocultos de la Comisión Nacional, se ha convertido además en un boomerang que lo ha lanzado al fango donde terminan los que bajan la cabeza y los que se repliegan.