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Béisbol: Grandes Ligas

¿Cuáles son las perspectivas de Heredia, Díaz e Iglesias?

También las de Soler, Despaigne y Martin. Y las de Gurriel Jr., Castillo y Elías.

La Habana

El turno de análisis es para tres de los peloteros menores de 30 años que ya han probado lo que es jugar regularmente en las Grandes Ligas. Alguno de ellos podría ser una agradable sorpresa en este 2018:

17. Guillermo Heredia, jardinero, Marineros de Seattle

En 2017, Heredia recibió la oportunidad de jugar 123 partidos con los Marineros. Visitó el plato 426 veces, y su línea de bateo no fue del todo buena: .249/.315/.337. Los Marineros saben qué puede ofrecer el matancero, sobre todo una defensiva de categoría y piernas hábiles. Pero lo que hace el cubano, bien podría concretarlo el prospecto de 22 años Luis Liberato, proyectado por ZiPS para 12 jonrones, 46 RBIs y un .275 BABIP. Ben Gamel es otro de los candidatos al outfield en Seattle, mientras Dee Gordon y Jarrod Dyson están pidiendo pista para la pradera central. Según indican los cálculos de pretemporada, Heredia terminaría en el décimo puesto entre todos los jardineros de la organización para 2018. Ese es un reto que el cubano tiene que destrozar.

Perspectivas inmediatas: Explotar la velocidad que tiene, mantener o superar su nivel defensivo en cualquier puesto del outfield y convertirse en un mejor bateador de contacto. Heredia conectó apenas para .245 contra pitcheos que no subieron de las 85 mph, y en dos strikes fue opacado fácilmente: .170/.259/.241. Tarea pesada: sustituir la cantidad de elevados por líneas y pelotas hacia el suelo. Heredia bateó un jonrón cada 71 visitas al home, así que no tiene sentido seguir elevando excesivamente la pelota.

¿Cómo escalar a un nivel superior?: Para obtener mucho más valor como hombre de contacto vital en el line up, pulir los problemas de su swing ha sido la urgencia desde la apertura de los campos primaverales. Heredia abrió el primer mes de 2017 con .327 de promedio y cerró la temporada con .143 durante septiembre y octubre. Su inconsistencia se debió a varios slumps prolongados. Solo en conteos de cero bolas (bateó .344) el matancero pudo asentarse. Fuera de ahí, resultó regularmente engañado. Si rebaja su tasa de ponches, de 14.8%, posiblemente consiga un aumento progresivo de su rendimiento.

 

16. Aledmys Díaz, jugador de cuadro, Azulejos de Toronto

El villaclareño de 27 años asombró a muchos con sus 17 jonrones y 65 empujadas en su debut de 2016. Con esa actuación, conquistó algunos corazones y votos para viajar a su primer partido de All-Star. Terminó quinto en las votaciones por el Novato del Año en la Liga Nacional, y causó asombro por su coordinación en el home plate, después de venir de una campaña de .264 en AA durante 102 partidos en 2015.

Bateó cuanto quiso con los Cardenales de San Luis, .300/.369/.510, cifrando esperanzas para el futuro. Pero su 2017 lo cambió todo: apenas jugó 79 encuentros, y estuvo tan lejos de su brillo en 2016, que terminó canjeado a Toronto.

Perspectivas inmediatas: Enfocarse en su tarea actual: tiene que estar dispuesto para cubrir cualquier posición del cuadro y al mismo tiempo limpiar su mal año de 2017 a la ofensiva. Aledmys es un bateador que puede hacerlo.

¿Cómo escalar a un nivel superior?: Volver a su calor con el madero en situaciones de presión. Aledmys bateó .337/.427/.652 con corredores en posición de anotar durante 2016, todo lo contrario de 2017: .222/.283/.370. Otro detalle estará en preparar su físico para jugar más de 120 partidos, y no repetir el .254 en la segunda mitad de temporada.

 

15. José Iglesias, torpedero, Detroit Tigres

A pesar de que su organización ha sido flexible con el tema de su pobre ofensiva y lo ha permitido por su excepcional guante, Iglesias quiere batear mucho más. Este parece ser el momento, ahora que los Tigres no están considerados entre los favoritos para 2018. Bajo esas circunstancias, aunque se sale a ganar todos los días, no debería haber mucha presión para tomar mejores turnos con el madero. El poder de Iglesias está reflejado en el campo con su excelencia defensiva (más-4, DRS en 2017).

Perspectivas inmediatas: Mantener su plato fuerte, la defensiva, y fortalecer manos y piernas. Iglesias tiene una movilidad aceptable en el campo, pero aún puede ser mejor, contando que su capacidad de posicionamiento le ayuda muchísimo. Trabajar en el bateo será más una cuestión de estudio y perfeccionamiento de su swing, que de fortificación física.

¿Cómo escalar a un nivel superior?: Si Iglesias repite una temporada con más de 50 empujadas, su aporte al line up volvería a ser notable, quién sabe si mucho más que en 2017, donde obtuvo solo seis empujadas menos que Miguel Cabrera. Cumpliendo a la defensiva, y haciendo un trabajo fino desde la parte inferior de la alineación, sería importantísimo para los Tigres.

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