Dos coroneles se han sentado frente a mí,
dos escritores
en función de comisarios,
y no quieren que se sepa.
Han dicho: "Si nos enteramos de que mañana tú...",
y he percibido el miedo en sus palabras.
El miedo amenazante, la violencia
que no quiere ser expuesta tal cual es,
que se avergüenza y suda frío
pero no por eso se resiste
a acatar su orden infame:
golpear, golpear el alma hasta rendirla.
Dos coroneles, dos palomas
en la jaula del desprecio a lo que es libre,
dos escritores nutriendo la grisura
en el pantano laberíntico del miedo,
se han sentado frente a mí
inquisitivos, insolentes, diáfanos
como máscaras de vidrio,
y han presionado
con el candor del buen guardián
para fijar los límites de lo posible.
Han estrechado casi cordiales mi mano
y he percibido en ellos
—o quizás en uno de ellos—
la culpa y la indecisión de quien entiende
el deplorable rol que han de cumplir
para no hallarse en mi lugar.
"No te pases —dicen—
al lado equivocado de la historia",
como si la historia fuese una contienda,
una riña sin tregua ni diálogos
entre los polos de un imán frenético,
o una moneda
de caras que se excluyen mutuamente.
"No comulgues con el enemigo", insisten
los paternales coroneles, mis colegas,
y sonrío
aunque sé lo que me espera,
lo que tras esas máscaras sin tuétano se cuece
subrepticio, desde antaño, contra el arte,
contra todos.
Daniel Díaz Mantilla nació en La Habana, en 1970. Sus libros de narrativa más recientes son Regreso a Utopía (2007) y El salvaje placer de explorar (Premio Alejo Carpentier, 2013). Ha publicado los libros de poemas Los senderos despiertos (Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas, 2007), Gravitaciones (2018), De la evolución de las esferas (poesía, 2023) y Words Colliding/Colisiones verbales (poesía, 2023). Este poema pertenece a un libro inédito.