(Divertimento)
La luna está hermosa, dice
y mira
con terquedad de sombra.
Abre la ventanilla del bondi,
saca una foto, y otra.
Lo grave
—como en el cuento—
es que la cámara se trasciende
y la foto primera de la luna
muestra
lejos
cuerpos jadeantes
sudados.
La foto se expande y se ve
creciente
la ampolla de una mano
a punto
de explotar.
¿Antojo o contagio
la lengua ampollada
de una pasajera? Se dilata,
acciona su defensa.
Los pasajeros no dejan
de mirar la luna, las fotografías,
las lejanías hasta que tocan,
lentísimos,
sus propias llagas. Los pies.
¿Quién no se descalza?
¿Quién no se tapa los ojos con las vendas?
Benditos. Benditas,
murmura el colectivero
y el bondi se vuelve una fiesta, una sola piel.
(Se besarían la herida
pero esa palabra —herida—
me desanima.)
En general, las ampollas se curan por sí solas.
Susana Szwarc, escritora, nació en 1952 en Quitilipi, Chaco, Argentina. Ha publicado libros de poesía, narrativa y literatura infantil. Reunió su poesía en el volumen Decir la suerte (ConTexto, Argentina, 2021).