Un virus incurable se propaga.
Su agente transmisor es la mochila
que carga el alpinista, el que desfila,
el estudiante. Un virus que nos traga.
¿El fetichismo de la mercancía?
¿Los demonios que soplan en el corno?
De la extorsión pasamos al soborno,
de la política a la economía.
Es hora, mequetrefe, de que marques
la diferencia. Olvida ya los parques,
las azoteas, los alcoholes burdos.
Vendrán los kamikazes en sus motos.
Los kamikazes con sus copilotos.
Vendrán (lo sabes) lanzadores zurdos.
Hubimos de sufrir en carne propia
el eterno regreso de febrero.
Eliminamos los archivos, pero,
por si acaso, guardamos una copia.
¿En qué perversidades te solazas
después de tantos sacrificios? Joven,
¿ha escuchado el Cuarteto de Beethoven?
¿Estaremos del fondo a cuántas brazas?
Un zopilote escarba en los despojos.
José Martí sentado ante los ojos
de Marina Abramovic. Reciclaje
de bienes intangibles. Sobre el túmulo
de la Señora Muerte crece un cúmulo
de cáscaras y restos de embalaje.
José Luis Serrano nació en Estancia Lejos, Gibara, en 1971. Estos sonetos pertenecen a su libro Más allá de Nietzsche y de Marx, que junto a Geometría de Lobachevski (2016) y Los perros de Amundsen (2019), forman su Trilogía acéfala.