La primera vez proferí la palabra torpe
dando traspiés
no culpo al hemisferio izquierdo del cerebro
desarticulado por un golpe bajo
o una bajeza de la mano
(acusar la extremidad me guarda del resentimiento)
en una experiencia anfibia de la muerte
La primera vez que balbuceé la palabra
en tu lengua
lanzaste una carcajada de polvo
no culpo mi percepción dulce de las letras
la resistencia con que me defiendo del recuerdo
de aquella bajeza de la mano
con tentáculos (también) múltiples
contra la experiencia anfibia de la vida
La primera vez que articulé aquella palabra
el desierto se desató
en tu risa impetuosa
no incrimino el cordel de Bahos
la mano arbitraria sobre el lienzo
aquella bajeza de la mano sobre el óleo grotesco
contra la experiencia anfibia de mi boca
La primera vez se convirtió en haboob
alucinante como lenguas beduinas
no culpo las arbitrariedades de les langues
cabezas múltiples de improbable sumisión
ni la blasfemia de mi lengua
en su cataclismo de arena ocre
desperdigado
lejos de la isla
Marelys Valencia nació en Matanzas, en 1970. Es profesora de Literatura y Cultura Latinoamericanas en Saint Mary’s College (Notre Dame, EEUU) y ha publicado numerosos artículos académicos sobre la emigración cubana y su producción cultural.