"En verdad, se está bien leyendo a Camus." Y tropieza, de pronto, con la extensión: ¿El fin justifica los medios? Es posible. ¿Pero quién justifica el fin?
La vieja (siempre eficiente) aproximándose: "Deja ya de pensar. En este tiempo, al menos, es absurdo. Tanto exceso mental te hace imperfecto".
"Pensar en la función de intensidad", dice, por el momento. Pero tal vez intensidad no es una lengua útil. En lectura de Camus, se pregunta, "¿cómo favorecer lo vejatorio sin cargos in absentia?"
Y sigue la respuesta: "Sobre cuándo abstenerse (y su porqué) ya se ha dado bastante, y no ha servido, si comes tu tajada y luego escuchas la salmodia en sordina (horrísona, pastrana) de los sobrevivientes".
Eso, y lo justifica: "Aprende de memoria, o arrastra tus roturas mentales por asfixia".
Javier L. Mora nació en Bayamo en 1983. Ha publicado el libro de poemas Examen de los institutos civiles (Unión, La Habana, 2012). Este poema pertenece a un libro inédito.