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Poesía

Sincronismos

'Después que la aerolínea mexicana nos informara que la Embajada de Cuba había llamado por teléfono para ordenarle que yo no podía entrar en mi país'

Bariloche
Lago Llanquihue, Chile.
Lago Llanquihue, Chile. USS

 

a María Esther Painefil

"Lo sereno es el lago"

                           I Ching

 

Acaso estos paisajes sean la plenitud

 

Viajando en un taxi hacia un hotel en Santiago de Chile

Después que la aerolínea mexicana nos informara que la Embajada de Cuba había llamado por teléfono para ordenarle que yo no podía entrar en mi país

De repente

En la Noche Obscura

Los focos del auto iluminaron las letras blancas del nombre de una calle

Andrés Bello (el Desterrado)

En Santiago ocurría la procesión boliviana por la Virgen del Carmen

Nos sentamos a fumar un pucho frente a La Moneda

Esa noche en el hotel mientras tomábamos ron cubano y whisky escuchamos cantar a un venezolano canciones de Armando Manzanero mientras nos atendía un mozo colombiano

Era "nuestro destino sudamericano", que dijo el ciego lúcido

En Frutillar frente al lago el chocolate con whisky era el néctar de la Diosa

El magma de la concha de la culebra celeste

En Puerto Varas a la hora daimónica los barquitos cabeceaban como "animales de sueño irremplazable" (diría el Etrusco de La Habana Vieja)

Las luces caleidoscópicas derramadas sobre el agua del lago me recordaron al viajero que mira el agua en la víspera del viaje hacia Solaris

Y al poeta enamorado de la flauta del Maligno

"mirando a orillas del río como temblaban las yerbas"

En el bar frente al lago deseé escuchar "Con tu blanca palidez" en versión de Joe Cocker (me gusta mucho también la de Charly García)

Cuando entré al baño una pegatina anunciaba que esa semana la música estaría dedicada a Joe Cocker

En la Termas de Peyehue (no las de Caracalla) acuné a la Diosa Blanca dormida sobre las aguas

En Puerto Octay el volcán Osorno y el lago Yanquihue nos miraban

Nos miraban como miran los dioses primordiales

Allí comimos ("el poeta esotérico" —como lo vio el poeta Néstor Díaz de Villegas— y su machi) carne de puerco y salmón

El lago Yanquihue

("y los cisnes unánimes sobre el lago de azur")

El volcán Osorno

Afuera la nieve como un manto de yelo

Adentro el agua ígnea como el apeiron presocrático

A sus pies el lago como semblante plateado

(diría el frailecillo incandescente)

Como dicta el Libro

"Lo sereno es el lago"

En la Cordillera de los Andes los pehuenes antediluvianos nos miraban

Nos miraban fijamente los pehuenes

 

Cuando Odiseo conjuró a su madre con la sangre de los animales

Ella le suplicó: "Hijo, no te demores más en este sombrío valle, asciende pronto a la luz"

 

 

Patagonia, 27 de julio, 2019


Jorge Luis Arcos nació en La Habana, en 1956. Sus últimos libros de poemas publicados son La avidez del halcón (Diputación de Cádiz, 2002), Del animal desconocido (Casa Teatro, Santo Domingo, 2002) y El libro de las conversiones imaginarias (Betania, Madrid, 2014).

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