Y si por algo así
como el milagro del deseo
o el deseo del milagro
o que más da el milagro
si todo lo que hay es
puro y duro deseo
si de repente imaginas
que te espero
o me esperas
allí en el parque
donde nunca hay nadie
ese parque tan triste
que no parece parque
Aquí hago como que no te veo
tú como que no me ves
me siento a tu lado
se llena el parque de flores
de vejetes con perros
pelotas y niños
pajaritos cantando
ah esta el parque que trina
de pura vida
lo cual es ideal para un parque
así tan parque solo
que no parece serlo
válganos el decorado
pues por fin nos veríamos
y entre tanta vida
derredor nos besaríamos
seguros de pasar inadvertidos
y el beso sería lo más real
de este sueño
tan irreal como continuo
Estar en un parque
que está dentro
de otro parque
que a su vez
esta dentro de...
Y para salir del sueño
tendríamos que besarnos
de vuelta de cada uno
de esos parques
hasta no saber nunca
cuál el parque
que soñamos primero
y cuál el último soñado
para siempre sentados
en infinitos los parques
sin saber cuál el cierto
cual el inventado
y lo peor es decir lo mejor
no pudieramos salir
nunca de un beso
Aleisa Ribalta nació en La Habana en 1971. Ha publicado los libros de poemas Talud (Ekelecuá Ediciones, 2018) y Tablero (Editorial Verbo Desnudo, Santiago de Chile, 2019), al cual pertenece este poema.