y las oscuras tardes me atraen cual si mi patria fuera la dilatada sombra
Martí
incipit vita nova
el rapaz con el morral me dijo la meiga galega hace evos en galicia
(me abracé al árbol llorando en aquel sabbat)
¿por qué me avergüenza escribir?
escribir como marcas tatuajes
paletadas eróticas
la intensidad
el mendigo fidelio ponce iba a casa de fina a ver su lienzo y decía como una letanía
la posteridad ah la posteridad
(un susurro una brisita fría en la noche obscura del alma)
iba a mirar el rostro ausente tras la boina
pero el rostro es más misterioso que la entraña
(afirmaba la máscara)
era un diálogo inaudito insensato
en la adolescencia imaginé (infusa) una teoría delirante de las fisonomías
había perdido el reino
(hansel y gretel)
¿dónde está el ánima?
¿y el hijo nonato?
mientras el otro mundo arañaba los bordes
olas como lenguas ávidas contra los acantilados
ah sí fidelio la intensidad
(rápida como un reflejo)
le ponía alfileres a los soldaditos de nieve
después los fundía
quería quitar las costras de la realidad
¿qué había en el pasillo oscuro
en casa de mi bisabuela
detrás de esa cortina oscura gruesa pastosa?
lo rugoso ¿es lo real?
detrás de la piel ¿estaba el reino?
lacia la piel como un espejo
lámina tela delicada
la intensidad
y arañaba lo lindo lo pulido
al fondo dentro de un caracol buscaba el bulto
el niño abandonado en la barca de los locos
hubo noches
sí hubo noches pánicas
(porque no ha muerto Pan)
lorenzo leía en el video que le hizo pedrito portal
como si fuera san juan de la cruz
el frailecillo incandescente
pero después se mortificaba
lo daimónico es lo ambivalente
el príncipe de dinamarca
lorenzo
o el emperador de la antártida
lo hiperbóreo
el oráculo siempre es oscuro
(la naturaleza ama esconderse)
detrás de las paletadas blancas
fidelio
lo omitido el reino
¿lo viscoso es lo real?
¿lo blanco es lo real?
el rostro en aquel sueño era bello y terrible
la belle dame sans merci
lo putrefacto
aquella noche cuando la uña
la punta del otro mundo
hincó la sabana tensa
qué deleite inenarrable
la belleza siempre fue abrumadora
había que manchar manchar manchar
como el epitafio a la celestina de quevedo
los filamentos de la medusa
lo informe
lo protoplasmático
la víspera ominosa
la inminencia del reino
ante la puerta de la ley
cubierto de nieve en el umbral
pero lo blanco que vio melville...
sí lo blanco fidelio
como en el cocito
la albinidad manchada de beatriz
viró el rostro (¿con desdén?)
la puertas del paraíso
el dante
ese gesto (último) que sorprendió el ciego lúcido
la eternidad fidelio la eternidad
la hora de la alta videncia
(que dijo fina que eludía)
noche de reyes
¿por qué la delicadeza es terrible?
el caballero turulato
dulcinea no parece
el bulto ama esconderse
en qué olvidado y fiero paraíso
fina fidelio dante beatriz
como un lienzo imposible
(arañar rasgar manchar)
las costras de la realidad
Bariloche, 18, 19, junio 2019
Jorge Luis Arcos nació en La Habana, en 1956. Sus últimos libros de poemas publicados son La avidez del halcón (Diputación de Cádiz, 2002), Del animal desconocido (Casa Teatro, Santo Domingo, 2002) y El libro de las conversiones imaginarias (Betania, Madrid, 2014). Este poema pertenece a un libro en preparación.