Las ventanas, usted y esas ridículas maneras de soñar
el árbol es mas huérfano dentro de una ventana
el trino abandona para siempre al pájaro
para el que desde la ventana le observa
y sabe que no es sordo del todo
y el mar, siempre el pedazo de mar aquel
que no nos sirve para nada
dentro de una ventana
La muchacha que por allí se pasea, va y viene
desaparece, intermitente como el amor...
¡Latido! ¡Sería bueno que se quedara
pero es una ventana!
Cinética del que sueña preso
hiperrealismo non sense
La sensacion de aprehensión no tiene remedio
Usted se quedará solo y lo sabe
a menos que la muchacha le descubra
in fraganti, mirándole
y por unos minutos,
con mar y todo,
desaparezca la ventana
Aleisa Ribalta nació en La Habana en 1971. Ha publicado los libros de poemas Talud (Ekelecuá Ediciones, 2018) y Tablero (Editorial Verbo Desnudo, Santiago de Chile, 2019), al cual pertenece este poema.