Un cuarto de azotea en San Miguel
con su bar en los bajos y cada martes
el septeto de sones que te advierte
no perturbes mi camino progresivo en tanto
fluye un ámbar de alcohol para turistas
entre bonitos icebergs cincelados
en el barrio chino con agua más bien
contaminada
la certeza de que es mínimo el riesgo
si voy crudo y peregrino por ahí con el son
habanero aun chisporroteando —quién ya sabe
por pasión de quién– repitiendo el absurdo
"no perturbes mi camino progresivo" de viejos
héroes locos con dos claves que funcionan como
un vade retro Satán o un par de lanzas romas
que se hunden en tú sabes cual vacío:
es todo cuanto me entrega la nación
en su avatar presente
y avatar, como se sabe, nombra
el hinduismo a una sola de las vidas
continuas por las cuales uno
a través de los siglos
zapatea.
Sigfredo Ariel nació en Santa Clara, en 1962. Sus libros de poemas más recientes son Recreos para la burocracia (Unión, La Habana, 2015), Todos los hierros (Ediciones Matanzas, Matanzas, 2018) yTú no te gobiernas (Cuadernos del Bongó Barcino, Barcelona, 2018), al cual pertenece este poema.