Aquí les cuento mi odisea
Desde que nací, un calvario.
Nos fuimos un día de la manada
mi madre y yo —dentro de ella—
Era necesario, pero le zumba
el mango, irse a la orilla sola
con los cocodrilos para poder parir(me).
La pura es una... era, allí
me dio este cuerpo liviano
Sí, ¡porque me he puesto!
¡Tronco!
Y luego la mala suerte de nuevo
se infestó del caminante invisible
que ni nombrarles puedo,
ántrax, me sacude su grafía
lo que les cuento
la pura se reventó
yo le vi deshacerse ante mí.
Grande el cuerpo del que nada
puede contra el pequeño
se mete dentro...
come, revienta, todo contamina.
Aleisa Ribalta nació en La Habana en 1971. Ha publicado los libros de poemas Talud (Ekelecuá Ediciones, 2018) y Tablero (Editorial Verbo Desnudo, Santiago de Chile, 2019), al cual pertenece este poema.