Cuando la luz termine no estaré,
ni buscaré acudir, no tienen que avisarme
Cuando se acabe el esplendor
hay que dejar atrás de un golpe
la memoria, los ansiosos bordes,
aceptar la sombra, avanzar sin peso
ni demora hacia el silencio
Así será mejor
Cuando la luz termine
no quieran dibujarme ningún rostro,
ni completar mis gestos,
ni añadirme voces que no tuve,
que no quise tener
Les ruego que vean esto con sosiego y aplomo:
todo lo que hice debe entrar en la bruma,
no le presten raíz ni lo graben en piedra
Nada pidió quedar y todo queda.
Reinaldo García Ramos nació en Cienfuegos, en 1944. Su obra poética escrita entre 1969 y 2012 fue recogida en el volumen Rondas y presagios (Silueta, Miami, 2012). Más recientemente, publicó Espacio circular. Quince nuevos poemas y veintidós respuestas a Gerardo Fernández Fe (Ediciones La Mirada, Las Cruces, Nuevo México, 2017). Este poema no ha sido incluido en libro todavía.