En la fonda de Cantabria mi amiga, su cigarro
verde y su pelo turquesa hablan de apretar
los anillos, de hacerse una armadura Trajeron
la insípida ensalada y bajaron el volumen
de la música No hablen tan alto, los vecinos
A una micra exacta de mi boca siembra
una hilera de púas, cultiva una muralla sobre
láminas y láminas de dura piel curtida
Los vecinos van a la rebelión dando voces
siniestras con palos, con antorchas Traen
la cuenta y una flor de mucho uso Salimos
a Neptuno llena de aminoácidos cubiertos
de arriba a abajo con armazón de hierro
—Te acuerdas de la posada detrás del hospital
en construcción perenne y la intemperie
que nos fulminaba Eran suaves los días:
no lo creo, era suave la piel
Ah mi camisa de cuadros del año 82
Ah mi camisa roja del año 84, el aspecto
huérfano y aquel olor extraordinario
a nada.
Sigfredo Ariel nació en Santa Clara, en 1962. Sus libros más recientes son la antología de poemas Ahora mismo un puente (Efory Atocha, Madrid, 2012), y los poemario Recreos para la burocracia (Unión, La Habana, 2015) y Todos los hierros (Ediciones Matanzas, Matanzas, 2017), al cual pertenece este poema.