Difícil dejar Roma luego
de estar allí contigo por tres días
acariciados por el aire suave
entre bellos pinos como ángeles custodios
de ruinas en que los vivos, bromeando,
se codean con los fantasmas.
Qué bello y qué difícil
coleccionar, como nosotros, estaciones
de tren, a ritmo cierto constelándose
en la memoria como arbusto imbuido
de encuentros y de adioses.
Pisa, Santa Maria Novella, Nápoles
ya nos conocen bien.
Y este mayo se les ha unido Términi
donde arrastrabas mi equipaje
sin quizá darte cuenta de la G
que porta, come yo, bien a la vista.
Qué difícil haber dejado Roma
de manera renuente, arpegiada:
hacia Génova tú, yo hacia Florencia.
Queridas estaciones nuestras: acompañan
como todo lo que en el corazón
goza ciudadanía indespojable.
Juana Rosa Pita nació en La Habana en 1939. Sus últimos libros de poemas publicados son El ángel sonriente/L'angelo sorridente (2013), Legendario 'entanglement' (Campanotto Editore, Udine, 2016) y Se desata el milagro/ Si scatena il miracolo (El Zunzún Viajero, Boston, 2016). Este poema pertenece a un libro en preparación.
Otros poemas suyos: En la boca del pez, el verso, Clave de Vignale, Luces de Parma y El camino doble.