La espera de la niebla en los puertos —lo saben y esperan— se cuchichea al oído en las fogatas alrededor de ella pero no cuando hay niebla en los puertos, me explico... quedan los esquejes para el año próximo no hay miramientos en la espera de la niebla hasta que surge el estallido de la savia ¿salieron hacia Troya? ¿quién va al mando? ¿es Penélope que ríe? No, van a Calais sin reparos y contemplas las acequias. Nos engullen en el sumergible para llegar a las algas viejas a las algas ciegas —que no lo son— devastado el bosque ¿quién pisa y vuelve por las dunas? Se sabe preso en la raíz, los olmos suspiran a veces si los escuchas... ¿quién puede decirlo repetirlo imitarlo? A veces si los escuchas ¿quién puede decirlo transcribirlo? ¿Cómo puede decir el olmo? ¿Cómo puede decir qué dijo sin las hojas caídas? Él desnudo queriendo anticipar un torso clásico pero allí sigue a mi vera el olmo derrotadas estamos por los corpúsculos que viajan a la raíz Recoge las hojas El testigo va a tomar la palabra Mientras se callejea entre los escombros.
Isel Rivero nació en La Habana, en 1941. Sus últimos libros de poemas publicados son De paso (Amargord Ediciones, Madrid, 2011), Las palabras son testigos/Words are Witnesses (Verbum, Madrid, 2011) y El jardín hambriento. Runas y silencios (Ediciones La Palma, Madrid, 2016). Este poema pertenece a este último libro.
Otros poemas suyos: La luz que pasa por la ventana abierta..., Por Nivaria, De "Downstairs in the Garden" y Apophis.